En el primer semestre del año, el 44 % de los pagos en los supermercados se realizó con el método QR, cuya implementación fue impulsada por la necesidad de modernizar y optimizar la experiencia del usuario, reduciendo el tiempo de espera en las cajas. Así, se estima que el hábito de pagar con el celular se instalará cada vez más en el estilo de vida de los paraguayos, no solo con la opción del QR.
Según datos proveídos por la plataforma de servicios tecnológicos Bancard, respecto al medio de pago seleccionado con más frecuencia por los usuarios del QR, el débito concentra el 80 %, mientras que el porcentaje restante corresponde a pagos desde tarjetas de crédito. El promedio general de pagos con QR en Paraguay, sumando todos los rubros existentes, es del 46 %.
Las transacciones con QR crecieron más del 70 % a junio de este año en comparación al mismo periodo del 2023. Se estima que el hábito de pagar con el celular se instalará cada vez más en el estilo de vida de los paraguayos, no solo con la opción del QR, que sin duda revolucionó la era de los pagos digitales, sino también con la posibilidad de ampliar el mercado abriendo oportunidades a otras soluciones, que buscan brindar seguridad y comodidad a los usuarios.
Precisamente, con la finalidad de fomentar la interoperabilidad en el ecosistema de pagos, el Banco Central del Paraguay emitió recientemente la reglamentación para adoptar un estándar de pagos con QR en Paraguay. La necesidad de esta reglamentación radica en evitar que en el mercado se desarrollen estándares distintos que obstaculicen la interoperabilidad y que no se ajusten a las mejores prácticas internacionales en cuanto a seguridad y eficiencia. Mediante la Resolución n.º 5
fue aprobado el “Reglamento del estándar de generación de QR para pagos electrónicos en el Paraguay”, estableciéndose así la obligación de que todos los Proveedores de Servicios de Pagos (PSP) que procesan pagos mediante esta herramienta adopten el estándar QR basado en EMV QRCPS. Para la adopción de dicho estándar se fijó un plazo de adecuación que va hasta el 30 de junio de 2025.