Ubicada en el depar­tamento de Ñeem­bucú, a unos 478 km de Asunción, la ciudad de Cerrito fue fundada en 1939 y ha ganado popularidad por sus maravillosos atractivos turís­ticos naturales, entre los que se destacan playas, dunas, cerros y otros puntos que hacen parte del privilegiado paisaje de esta localidad del sur. Además del turismo, el distrito se posi­ciona económicamente gra­cias a la actividad comercial, la pesca, la ganadería y la agri­cultura.

Con una población de 5.844 habitantes, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), Cerrito abarca una superficie de casi 700 kilómetros cuadrados, uti­lizada por los pobladores para el comercio y la producción agrícola ganadera, aunque el principal motor de la economía en el distrito es el turismo, que mueve a través de 73 sitios de primer nivel para hospedarse, entre hoteles, hostales, caba­ñas y hospedajes, con capaci­dad total para recibir a más de 1.000 turistas y precios muy accesibles.

“Casi el 60 % de la población se dedica principalmente al comercio, el turismo y la pesca, que es otra de las actividades económicas más importan­tes de la ciudad, sin importar la temporada. También hay mucha producción agrogana­dera en la zona”, detalló a La Nación/Nación Media Mariela Sanabria, titular de la Direc­ción de Turismo de Cerrito.

Según la titular de la Direc­ción de Turismo, en tempo­rada alta, Cerrito puede llegar a mover unos 16.000 turistas, que llegan hasta la ciudad atraídos por su privilegiado paisaje natural, compuesto por un lago espectacular con are­nas blancas, dunas, islas y exu­berante vegetación, que invi­tan a la relajación y el disfrute.

Entre los principales atracti­vos, Sanabria citó la playa en el lago Sirena, con casi tres kiló­metros de longitud, que está formada directamente por una entrada de agua del río Paraná. Sus aguas cristalinas lo convir­tieron en un importante punto de encuentro para turistas, sin importar la temporada del año.

Visitar las islas de alrededor también es una de las activida­des más populares en Cerrito. A través de un poco de nave­gación, se puede acceder a la isla Pombero, la favorita de los turistas, que ofrece una playa natural, rodeada por el río Paraná. “En la Oficina de Turismo de Cerrito se pue­den comprar los tickets para montarse en las embarcacio­nes o lanchas habilitadas por la municipalidad en el puerto para trasladarse hasta la isla Pombero”, agregó la titular de la Dirección de Turismo.

En la zona también se puede disfrutar de Isla Boca, que no tiene nada que envidiar a los demás atractivos, con su arena blanca, sus aguas cristalinas y la belleza de su paisaje natural, al que sí se puede acceder por vía terrestre.

“No se puede dejar de visitar el casco histórico de la ciudad, al igual que el cerro Itá Punta, el más emblemático de la ciu­dad”, sostuvo la titular de la Dirección de Turismo.

Desde el cerro se puede obser­var con mayor precisión todo el entorno natural de la ciudad. Hasta allí suben los turistas para apreciar el río, las islas, el lago Sirena y toda la pinto­resca localidad. Este mirador también sirve para lograr las mejores tomas fotográficas, aunque en otros espacios de este atractivo natural también se puede acampar y realizar otras actividades pensadas para las familias.

A criterio de Sanabria tam­poco se pueden dejar de visi­tar las dunas, con una rica his­toria dada por su formación que data de miles de años. “La pesca deportiva es otro de los atrac­tivos que desde hace décadas actúa como imán para atraer a miles de visitantes”, añadió.