Según datos de la Bolsa de Valores, el stock de bonos vigentes (excluyendo bonos del tesoro) representa en torno al 10 % de los créditos del sector finan­ciero. Si bien este aún no es un porcentaje apreciable, como las emisiones de deuda en bolsa anualmente crecen a una mayor tasa que el crédito bancario, se irá haciendo cada vez más relevante, explicó el economista Rodolfo Gauto. “Es importante enten­der que el crédito banca­rio y la emisión son fuen­tes de financiación muchas veces complementarias ade­más de alternativas; ambas son y deberían ser tenidas en cuenta por una empresa para la correcta gestión de sus pasivos y para financiar el cre­cimiento”, indicó Gauto a LN.

Mencionó que el mercado de valores tiene un impacto en el consumo local, ya que muchas empresas financian su creci­miento y mejoran la oferta de sus productos y/o servicios a través del rubro bursátil. Puso como ejemplo el caso de una empresa que se financia a pla­zos largos para invertir en un nuevo proyecto, sin que dicha inversión afecte el estado actual de sus operaciones.

Con esa inversión, la entidad logra hacerse más competitiva y resiliente beneficiándose de factores como economías de escala o diversificación de productos y servicios, y el consumidor termina siendo un beneficiado de ese círculo. Acerca de los factores que son atractivos para que inverso­res extranjeros decidan apos­tar por el mercado de capita­les en un país, señaló que son varios, pero los más impor­tantes son: la profundidad del mercado, precios diarios, curvas de rendimiento, varie­dad de instrumentos, valores significativos (instituciones extranjeras tienen montos mínimos de inversión), califi­caciones de riesgo adecuadas, así como la seguridad jurídica.

En países desarrollados, los mercados de capitales gene­ralmente reaccionan antes y mejor a cambios en los pano­ramas o tendencias macro­económicas, expuso Gauto. Seguido, resaltó que un mer­cado de capitales desarrollado se guía por las expectativas y se ajusta en el mismo día a lo que ya ha ocurrido.

“Esta rela­ción más cercana y dinámica permite a los inversionistas ajustar más rápido sus posi­ciones y aprovechar mejor las oportunidades y reducir mejor sus riesgos. También vuelve al mercado más profundo y más atractivo, especialmente por la presencia de instrumentos de renta variable que prome­ten mejores retornos. Todos estos elementos terminan generando más y mejores fuentes de financiación y cre­cimiento para las empresas”, finalizó.