El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea sigue siendo un tema de controversia en diferentes sectores. A criterio del abogado Manuel Riera Escudero, la Asociación Rural del Paraguay (ARP) debe sentar postura en rechazo al documento.
A través de un hijo en su cuenta de X, el abogado Riera Escudero expuso sus argumentos por los cuales considera que la ARP debe defender a sus asociados rechazando la pretensión de incorporar a la legislación nacional –directamente o vía Mercosur– el Reglamento UE 2023/1115, bajo el pretexto de apoyo a la producción sostenible.
Sobre el punto indicó que acompañar la pretensión de la UE implicará “frenar el desarrollo del país”; en relación con la carne, “para que la ganadería nacional conserve un mercado que representa solo el 5 % de las exportaciones de carne del país”.
Indicó que a través de la trazabilidad socio-ambiental la propuesta de la UE pretende prohibir el ingreso de productos provenientes de zonas deforestadas o con degradación forestal. “Aprobar la propuesta de la UE amenazará el desarrollo de la región Oriental y condenará el futuro del Chaco paraguayo, además de sentar un precedente peligroso delegando soberanía”, sostuvo.
Agregó que la UE pretende que, “a costa de nuestra pobreza, conservemos áreas boscosas que los europeos hace muchos años eliminaron, para reducir emisiones GEI que son ellos, los europeos, quienes la producen, y a respecto de los cuales el Paraguay tiene balance positivo”.
Señaló además que la normativa impone un sistema de diligencia debida que implica información, evaluación del riesgo y reducción del riesgo, indicando origen del producto, características y geolocalización de la parcela de producción. “Este sistema matará los pequeños y medianos productores”, advirtió.
Asimismo, dijo que la evaluación del riesgo a la que se expondrán las cadenas de valor exigirá actuar con perspectiva de género, consultando a autoridades, sociedad civil, oenegés y a los pueblos indígenas sobre reclamaciones y legislación adecuada.
Subrayó que, de hecho, muchas de las disposiciones contempladas en el acuerdo son inconstitucionales, como la irretroactividad o las multas confiscatorias.
“La ARP debe oponerse al intento de la UE de imponer su colonización ideológica en perjuicio de todos los paraguayos, y de los productores en particular”, enfatizó.