Desde la Asociación Rural del Paraguay (ARP) expresaron su preocupación ante el avance del contrabando de carne bovina en el departamento de Itapúa por lo que buscan coordinar acciones a fin de frenar el flagelo. Reconocieron que pese a la política de combatir esta problemática, los escasos recursos del país complican el combate.
Tras la reunión de la Comisión de Lucha contra el Contrabando de la Cámara de Senadores, el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, señaló que en la regional de Itapúa expresaron su preocupación por el masivo ingreso de carne bovina de contrabando en el departamento. Ante eso, indicó que buscan coordinar acciones entre las instituciones encargadas y afectadas por el flagelo de manera a frenar el ingreso indiscriminado del producto. “La idea es buscar coordinar acciones entre la Fiscalía, la Asociación Rural, Senacsa (Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal) para tratar de mitigar este problema”, dijo en comunicación con los medios. En el encuentro, autoridades de Ingresos Aduaneros indicaron que existe una gran cantidad de incautaciones de carne, en tanto, el ingreso sigue por lo que se estima que los volúmenes que maneja el comercio ilegal es alto.
Galli mencionó que el sector pecuario da 276.000 puestos directos de trabajo, siendo este un área bastante sensible para el país desde el punto de vista económico y social. Pese a que se augura de que podría ser una ayuda social teniendo en cuenta el menor precio, afirmó que finalmente perjudica a gran parte del país que depende del trabajo generado en el sector.
Sobre el avance de este flagelo, el titular de la ARP indicó que la amplitud de la frontera que resulta complicado controlarla en su totalidad, la diferencia cambiaria que genera mucha rentabilidad en el negocio ilícito termina de corromper a los funcionarios de las instituciones controladoras son algunos de los factores que impiden erradicarlo.
“Hay que buscar mecanismos que permitan castigar de manera ejemplar a los que están cometiendo este delito porque si queda en la impunidad nadie tiene miedo”, mencionó. Aseguró que las cifras en cuanto a las pérdidas que está generando el contrabando al sector son alarmantes teniendo en cuenta que al año se incautan al menos 30.000 toneladas de carne provenientes del contrabando, lo que refleja que las retenciones podrían ser consideradas solo como “la punta del iceberg”.
Además de las pérdidas económicas, afirmó que existe un riesgo importante para la salud pública debido a que los productos que se ingresan son de forma incontrolada. “Eso es paradójico porque tenemos los más altos estándares de calidad en nuestra producción y nos habilita hasta Estados Unidos para la exportación de carne y acá entran paquetes de carne metidos dentro del motor de los vehículos y eso no es ninguna garantía para nuestra población”, aclaró.
El presidente reconoció que ante los pocos recursos con los que cuenta el país, la lucha se vuelve bastante complicada pese a que se aplicó una política de Estado de terminar con el contrabando. “El asunto es trabajar coordinadamente con los escasos recursos que disponemos todas las instituciones juntas, porque si cada una trabaja por su lado no podemos avanzar”, aseveró.