Debido a las esca­sas lluvias, las con­diciones de sequía que se registraron a media­dos del décimo mes del año se tradujeron en altos nive­les de estrés hídrico en gran parte de la región Occiden­tal. El ingeniero agrónomo Diego Rodríguez, especia­lista en riesgos agroclimáti­cos, sistemas de información geográfica, y teledetección del Instituto de Biotecnolo­gía Agrícola (Inbio), explicó a La Nación/Nación Media que los cultivos sufrieron afectaciones en la germina­ción, mientras que otros que habían germinado reciente­mente no pudieron soportar el estrés.

Diego Rodríguez, especialista en riesgos agroclimáticos, sistemas de información geográfica y teledetección.FOTO: GENTILEZA

En su mayoría fueron plan­taciones de soja, maíz en extremo este y parte del norte y centro de la región Oriental, también cultivos de la agricultura familiar como el sésamo, mandioca, maní, poroto, entre otros. “En la región Occidental las pastu­ras fueron las más afectadas”, lamentó Rodríguez.

ALTAS TEMPERATURAS

También incidieron las altas temperaturas durante el periodo de siembra de cul­tivos de verano que normal­mente se inicia en setiembre. Esto incluso llevó al retraso en el inicio de la siembra en su época normal, princi­palmente en las zonas con suelos de perfil arenoso, los cuales presentan baja capa­cidad de retención de agua útil. “Cuando la siembra se retrasa, existen muchos ries­gos potenciales como ser la presión fitosanitaria”, men­cionó el ingeniero agrónomo.

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Los datos de investigación corresponden al proyecto “Agroclima del Inbio”, que realiza informes mediante imágenes satelitales actua­lizadas a la fecha. De la ela­boración también participó el ingeniero agrónomo Aldo Noguera, especialista en ges­tión de riesgos, SIG y telede­tección. Si bien todavía no se reportó una cuantificación de sitios afectados, se tiene previsto desarrollarlo en la brevedad.

ESTIMACIONES PARA NOVIEMBRE

Para el mes de noviembre se proyecta que una extensa área en el territorio nacional tendrá niveles de lluvia infe­riores al promedio mensual, siendo este déficit más acen­tuado en el norte y noreste de la región Oriental, así como en toda la extensión de la región Occidental. Esta situación conllevaría un alto potencial de riesgo para la satisfacción de las necesidades hídricas de los cultivos en dichas áreas.

En contraste, se anticipan registros de lluvias favora­bles en el sur del país, supe­rando los niveles normales. Este escenario resulta pro­misorio para los cultivos en estas áreas al asegurar un suministro adecuado de humedad en los perfiles del suelo durante las fases de desarrollo y floración. Frente a la previsión de estas condi­ciones, desde el Inbio resalta­ron que resulta vital ejercer precaución ante la eventual aparición de brotes de enfer­medades fungosas, desta­cando en particular la ame­naza representada por la roya asiática en soja.

Dada la propicia combinación de alta humedad y temperatu­ras elevadas, será muy impor­tante llevar a cabo un monito­reo exhaustivo de las parcelas para implementar de forma oportuna las medidas de con­trol adecuadas, con el objetivo de mitigar su impacto.

FENÓMENO EL NIÑO

Sobre la llegada del fenó­meno El Niño, el experto indicó que este ya tuvo sus diversos impactos a nivel nacional, y principalmente en las zonas agropecuarias. Durante el mes de octubre se registraron intensas preci­pitaciones en algunas zonas de la región Oriental, que causaron daños en varias parcelas agrícolas.

Además, se observaron gra­nizadas focalizadas en diver­sas áreas, que dejaron a su paso daños muy importan­tes. “Es relevante mencionar que las áreas con altos nive­les de precipitación repre­sentan focos de alto riesgo para la aparición de plagas y enfermedades en los culti­vos”, advirtió.

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