El dólar cerró la semana cotizando a G. 7.480, manteniendo el nivel de la semana anterior tras leves subas y bajas durante los últimos días. Pese a las menores presiones internacionales, prevén que el billete verde siga valorizándose teniendo en cuenta el contexto regional, con expectativa de devaluación del peso argentino. Las principales pizarras de casas de cambios mostraron un dólar a G. 7.480 al cierre de la semana, 10 puntos por debajo de la cotización más alta alcanzada y manteniendo el nivel de la semana anterior cuando se dio la fuerte escalada. Desde los últimos 40 días, el tipo de cambio registró una fuerte presión al alza en el país, llegando a los picos máximos del año.
En ese sentido, el economista César Barreto dijo, en comunicación con La Nación/Nación Media, que el fortalecimiento responde a factores internacionales que con cierto rezago llegó al país y la región. Principalmente, consideró que lo que afecta al tipo de cambio en el país se da por la expectativa instalada que en la Argentina se registraría nuevamente una alta devaluación del peso luego de las elecciones. “Basado en lo que ya ocurrió en las elecciones anteriores, que venía muy atrasado el cambio oficial, el peso frente al dólar, y experimentó una devaluación importante, de nuevo hay un atraso muy importante que van a tener que corregir de alguna manera, obviamente, con una nueva política que van a lanzar seguramente”, sostuvo.
Señaló que la expectativa de que habrá una devaluación del peso está impactando en el país, teniendo en cuenta la relevancia que tiene la Argentina para el Paraguay en términos de provisión de productos de consumo masivo que tienen origen en este país. “Si es que no hay algún mecanismo de compensación, una devaluación muy fuerte en la Argentina va a impactar en el país”, añadió.
Barreto mencionó que el Banco Central del Paraguay (BCP) viene interviniendo en el mercado cambiario con sus operaciones compensatorias de manera de frenar los picos. No obstante, afirmó que la devaluación del peso podría generar una presión a la baja de los precios para el BCP, por lo que no prevé que tenga un impacto fuerte sobre la inflación que amerite más intervenciones de la matriz bancaria.