La Unión de Gremios de la Producción (UGP) compartió en su boletín semanal un análisis respecto a la posición que los negociadores del Paraguay deberían considerar de cara a la futura Conferencia de Cambio Climático (COP 28), en el que recomiendan que el país debe asegurar que la producción de sus alimentos no se vea amenazada. El encargado de elaborar las observaciones fue el asesor agroambiental de la UGP, Alfredo Molinas, atendiendo a que el país debe centrarse en el cumplimiento del objetivo de la COP, que es el de estabilizar los niveles de emisiones, en un plazo que permita la adaptación natural de los ecosistemas al cambio climático.
“Tenemos que ver la forma de asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada, y que nos siga permitiendo a la par que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”, expresó, al tiempo de recalcar que las circunstancias globales en el tema de cambio climático son responsabilidad casi exclusiva de ciertos países, cuyos procesos de desarrollo causaron la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y presentes.
COSTO SOBREELEVADO
Asimismo, Molinas hizo hincapié en que los países en vías de desarrollo, como Paraguay, no pueden sacrificar su crecimiento para asumir compromisos por problemas originados por otros países, que son los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Explicó que las consideraciones de mitigación en Paraguay tienen un costo sobreelevado al ser un país mediterráneo, por lo que impactaría en la economía local. Por ello, los negociadores no deberían aceptar términos o conceptos que indiquen indirectamente que los sistemas de producción nacionales son malos para el medioambiente o para la biodiversidad.
AGRICULTURA Y CLIMA
El asesor agroambiental de la UGP, Alfredo Molinas, remarcó que la agricultura está íntimamente ligada al clima desde hace miles de años, lo cual no es novedad para los productores, quienes desde sus inicios se vienen adaptando a los diferentes fenómenos climáticos, buscando mayor eficiencia y productividad con el menor impacto ambiental posible.
En este punto, Molinas señaló que lastimosamente las voces de los productores no son las escuchadas en las conferencias de las convenciones, por lo que se sienten comprometidos en presentar la total oposición al objetivo de alinear los sistemas productivos y estrategias agrícolas con las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC). Todo esto, teniendo en cuenta que se trata de un plan climático y no de desarrollo, como sí lo es el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2030 de Paraguay, y el cual debe ser el norte de cualquier posición nacional, sentenció.