La Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) se mantiene atenta al proyecto de ley que presentó el Poder Ejecutivo al Congreso para reordenar las finanzas, que incluye la deuda que dejó el exgobierno con empresas constructoras y farmacéuti­cas. El presidente de Capaco, Guillermo Mas Duarte, expuso a La Nación/Nación Media que el sector sigue bas­tante golpeado, resistiendo como puede, a la espera de poder contar con el dinero que debe el Estado para poder salvar obras y no despedir a trabajadores.

“Si bien el ministro de Eco­nomía anunció que van a emitir bonos en enero, noso­tros queremos que sea lo antes posible. Lo que noso­tros menos queremos es des­pedir a más personas. Esta­mos expectantes a que esto salga cuanto antes”, precisó Mas Duarte a LN.

Si bien destacó que las obras no pararon, sí podrían hacerlo, lo cual perjudicaría a una gran cadena de valor. “No podemos aguantar hasta enero, tenemos mucha obra en ejecución, las obras toda­vía no pararon, pero si no cobramos, las obras podrían parar. Y parar una obra signi­fica mucho”, dijo.

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El titular de Capaco también mencionó que, para adelantar pagos, se podría pedir algún crédito del Banco Central del Paraguay (BCP) mientras el Ministerio de Economía emite los bonos.

“Después esto se puede devolver, ya que algo hay que pagar porque la situación de las empresas es insoste­nible, estamos muy mal. No hay obras nuevas y las obras que están y no se pagan, van a tener que parar”, señaló. Sobre conversaciones que mantuvo el rubro con la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, expuso que la misma se había com­prometido a pagar obras viales de fondo externo y aguardar a las obras de fon­dos locales. Actualmente, sin clarificar el monto total de la deuda que dejó la ante­rior administración estatal, se acumula un haber de USD 600 millones, de los cuales USD 400 millones responde a deudas que se mantienen con el sector vial.

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