Con la próxima aper­tura de Chile para las exportaciones de carne de cerdo, el sector tendrá que adaptarse a las exigencias del destino, el cual es uno de los más estrictos. Según indicó Jorge Ramírez, presidente de la Asociación Paraguaya de Pro­ductores de Cerdos (APPC), existen requerimientos sani­tarios, técnicos y productivos, pero uno de los desafíos será la compartimentación. Esta es una técnica muy utilizada en el comercio de carne de cerdo, por el hecho de que permite identifi­car que ciertas zonas están ino­cuas. “La compartimentación que todavía no se aplica en Para­guay va a ser la herramienta que nos va a dar el cierre definitivo y la conquista de dicho mer­cado”, explicó el representante del rubro en comunicación con La Nación/Nación Media.

ESTATUS SANITARIO

Ramírez manifestó que será un desafío bastante importante así como las exportaciones al mer­cado taiwanés, pues se trata de contar con cápsulas de produc­ción libres de enfermedades y con estatus sanitario. “Tienen que armar su cuenca produc­tiva y detrás de eso el compar­timento con el estatus sanitario requerido”, mencionó y afirmó que los frigoríficos con licencia para los envíos ya vienen traba­jando en ello.

Desde el momento en el que se tomó conocimiento de que sería uno de los requisitos a ini­cios del 2023 se inició el pro­yecto. “Es bastante complejo, hay que auditar, certificar, cen­sar todas las granjas produc­tivas de una zona, cuáles son las industrias que trabajan allí y las que explotan, el aspecto demográfico como el suelo, el aire, los cauces hídricos, las conexiones con otras partes del país”, explicó y agregó que si bien no será inmediato, bene­ficiará a la producción.

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