Como el nombre lo indica, la Expo de Mariano Roque Alonso es una exposición internacional, por lo que en esta edición contó con un selecto y renombrado jurado que integró a reco­nocidos jueces provenien­tes de distintos países para acompañar las tareas de juz­gamiento en el marco de la muestra ganadera en su ver­sión 77.ª.

Los expertos coronaron este viernes a los mejores ejem­plares de las razas bovi­nas brahman y brangus, así como de la especie ovina en hampshire down y dorper, que se alzaron con los pre­mios de Gran Campeón, Gran Campeón Reservado y Ter­cer Mejor Ejemplar, tanto en macho como en hembra.

El comisario general de la Expo MRA 2023, Nicode­mus Ruiz, destacó que en esta edición se dio una muy buena exposición al contar con animales de altísima calidad genética, avalada por los jueces internacio­nales, cuyo trabajo de jura se vuelve cada vez más difí­cil por la evolución mejorada de la ganadería nacional.

“En casi todas las razas vemos jurados internacio­nales de distintas partes del mundo, vinieron de EE. UU., de Brasil, de Argentina, quienes tuvieron la compli­cada labor de calificar y ele­gir a los mejores animales en cada categoría. Para mí fue una Expo excelente”, expresó Ruiz a La Nación/Nación Media. Valoró a la vez la gran cantidad de ani­males ingresados y admiti­dos este año, con lo que el volumen repercutió en más trabajo para los jurados, a más de la calidad excelente que se presentó y cuya ten­dencia estaría persistiendo con proyecciones de mejo­rar incluso, dijo.

En cuanto a novedades en animales participantes, mencionó que este año se tuvo una especie que vol­vió después de mucho, la asi­nina o asno con la raza pega, que serían los burros, que fueron muy pintorescos con sus presentaciones que por lo general no se suele con­tar, así como los búfalos, por lo que se tuvo una diversa exposición de animales.

Así culminaron los tra­bajos de juzgamiento, y desde la Comisión Central de Exposiciones (CCE) ya se preparan para el desfile de los grandes campeones, este sábado, con la inaugu­ración oficial de la Expo MRA 2023. Posterior a esto, cada asociación seguirá con sus respectivas actividades como biotipo, progenie en bovinos, así como en la especie equina con las com­petencias de aparte, tam­bor y baliza, además de las ferias y remates en ciertas razas.

Fueron 12 animales de alta genética con semen sexado, es decir, madre y ternera a la vez.

Criadores de la raza lechera Holando remataron 12 anima­les, de los cuales 11 son vaqui­llas preñadas de semen sexado, es decir, el productor adquirió dos hembras a la vez (madre y ternera), que es lo que vale para el productor lechero. Además de estas vaquillas, se ofertó una vaca de primer parto, de hace 40 días que ya está pro­duciendo 36 litros diarios. El remate se realizó en el Gal­pón Dr. Felipe Tomás Figue­redo de la Asociación de Pro­ductores de Leche y Criadores de Razas Lecheras (Aprole), en la Expo. “Todas las vaqui­llas rematadas son de socios cabañeros, y un dato no menor es que todos tienen tres orde­ñes diarios y para lograr eso, significa que tienen una alta genética en producción que les permite tener esa cantidad diaria de ordeñes. Por eso creo que es una buena oportunidad aprovechar la calidad genética que hoy se están llevando del remate”, dijo el vicepresidente de Aprole, Hugo Pistilli.

Esto, pues normalmente son dos ordeñes cada 12 horas en cualquier tambo normal, pero con el mejoramiento genético logrado a través de los años en la Asociación, tras fuertes inversiones en genética y en nutrición, exigen a las vacas estos tres ordeñes diarios con un 20 a 25 % más de produc­ción. Destacó que muy pocas veces se rematan animales de alta genética, ya que los pro­ductores no están acostum­brados a vender porque sí sus animales de estas categorías, por lo que fue realmente un buen momento de apostar a la raza, con el fin de reponer las lecheras.

Las madres de estas vaquillas producen un prome­dio de 12.000 litros por lactan­cia, que en unos 365 días pasa­ría a 35 o 38 litros por día, por lo que se puede predecir que las terneras tendrán igual o mejor rendimiento. Es decir, si la genética ofertada pro­duce en el primer año 12.000 litros, que al precio de tam­bos de G. 3.100 el litro, sin duda se estará recuperando la inversión con el retorno de más de G. 37 millones. “Ahí te das cuenta de lo importante de invertir en genética, por­que ya predice el perfil de des­empeño de la futura ternera en base a los antecedentes de la madre, en lo que respecta a producción, biotipo, los ras­gos de salud, entre otros aspec­tos que el productor tiene en cuenta”, acotó.