El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) informó que ayer martes se confirmó la presencia de influenza aviar de alta patogenicidad en aves de traspatio en Faro Moro, departamento de Boquerón, Chaco paraguayo.
Con esta nueva confirmación, a través del laboratorio central del servicio veterinario, suman 4 los focos de la influenza aviar en la región Occidental (Filadelfia, Mariscal Estigarribia, Neuland y Faro Moro) que corresponden a aves criadas para el autoconsumo.
En este marco, hay que recordar las medidas que estableció el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible del Paraguay (Mades) que deben ser aplicadas en las granjas de producción avícola o zonas aledañas de aves silvestres. Piden no tocar ni manipular a los animales muertos, moribundos o con signos clínicos compatibles con la influenza aviar.
También expresan que se debe informar de forma inmediata a las oficinas regionales de Senacsa más cercanas; además, que las atenciones de casos sospechosos quedarán exclusivamente a cargo de servicio veterinario oficial.
AVIPAR LLAMA A LA CALMA
En lo que respecta a la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), el presidente Néstor Zarza llama a la calma de manera insistente sobre que no existe un riesgo para los humanos a la hora de consumir derivados avícolas como huevos y carne, ya que los brotes están siendo confirmados únicamente en aves para el consumo propio, no así, a escala industrial.
“Avipar da tranquilidad a los productores y consumidores del país, que debido a la ubicación de los focos no existe riesgo en la producción ni en el consumo de los huevos y carne de pollo. Es importante aclarar a los consumidores en general que el consumo de productos avícolas no representa ningún riesgo para la salud”, manifestaron desde el gremio.
No hay riesgo de ingreso en las granjas comerciales
Ni de pollos, gallinas o ponedoras, todavía a nivel comercial han tenido un resultado positivo, explicaron.
Desde el sector avícola industrial refirieron que la detección de casos de influenza aviar (IA) se dio en aves de traspatio, por lo cual no debe confundirse con las granjas a gran escala que cuentan con altas medidas de bioseguridad. Esto, tras la confirmación de cuatro focos de la enfermedad en los distritos chaqueños de Mariscal Estigarribia, Neuland; la Colonia Fernheim, Filadelfia, y en Boquerón que son zonas de rutas de aves migratorias.
“Al ser granjas de traspatio por supuesto que están en contacto al aire libre y pudieron haber tenido un contacto directo con algún ave silvestre que haya podido traer la enfermedad”, expresó Blanca Ceuppens, empresaria del rubro.
Añadió que la presencia de la infección estaría focalizada y fue en muy pocas cantidades de animales que ya fueron sacrificados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Atendiendo a que el consumo de carne de pollo creció bastante a lo largo de estos años, reiteró que la IA no llegó a los establecimientos de cría de pollos. “Ni de pollos, gallinas o ponedoras, todavía a nivel comercial ha tenido un resultado positivo, esto es en el Chaco”, advirtió.
Una de las ventajas que podría tener la enfermedad es que debido a su alta mortalidad muestra sus síntomas con rapidez y es fácil de detectar. Ya cuando esta llegó a Argentina se intensificaron los controles y sobretodo los accesos a los galpones, limitando el acceso al público, colocando mallas antipájaros, haciendo clorificación del agua y otras medidas. “Queremos dar la tranquilidad al consumidor de que estamos trabajando con los organismos locales para evitar que llegue a la producción comercial de nuestro país y que haya sido solamente en aves silvestres”, puntualizó.