El titular de la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco), Juan Marcelo Estigarribia, informó que en Paraguay todavía es lento el avance de las empresas en materia de garantizar los derechos de los consumidores. Aquellos proveedores que se dedican al comercio y servicios presentan un bajo acatamiento de las normativas dispuestas, mientras que los rubros con mejor progreso son el sector bancario y el farmacéutico.
Sobre aquellos segmentos que tienen buena predisposición para solucionar cualquier conflicto, el representante de la dependencia mencionó a la Asociación de Casas de Cambio del Paraguay (Accp), la Cámara de Farmacias del Paraguay (Cafapar), la Cámara Paraguaya de Empresas Crediticias. “Están dando respuesta cuando caen los reclamos y buscando soluciones. Ellos son los que se acercaron a la Sedeco y se interiorizaron de las normativas”, comentó a La Nación/Nación Media.
Expresó que quedan muchos desafíos para las empresas y que si bien algunas van avanzando, todavía no se llega al 100% a raíz de la falta de determinación e inversión en los componentes de defensa al consumidor. “Para nosotros el hecho de que tengamos cada vez más reclamos es sinónimo de que los proveedores no están habilitando canales para solucionar primeramente el conflicto”, afirmó.
No obstante, refirió que se necesita que sean aplicados ciertos protocolos de protección a los clientes. Estos pueden ser contar con un Centro de Atención al Consumidor, dar atención a los llamados de fábricas para la revisión o el retiro de equipos comercializados, evitar hacer promociones a personas que se encuentran en la plataforma “No molestar”, la entrega de garantía de producto, y promover contratos no abusivos, entre otros.
Según las estadísticas de la Sedeco, la tendencia de rubros más reclamados se mantuvo hasta este primer trimestre. De enero a diciembre del año pasado el sector de servicios en telecomunicaciones representó el 36%, los servicios financieros y seguros 31%, productos electrodomésticos y electrónicos 9%, salud y telefonía 5%. Por su parte, energía, combustibles y transporte representaron un 3% cada uno, los productos informáticos y turismo 1%, y educación mueblería y sepelios conformaron el 1%.