Si bien se observa una importante recuperación en la producción de granos durante este año, el sector agroindustrial experimentó nuevamente reducción en la molienda y encara otro año complejo. Durante el 2022, la industria experimentó uno de sus peores períodos ante la fuerte sequía que ocasionó la pérdida de la materia prima.
Según el boletín mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), al cierre del primer bimestre del año, la molienda total de oleaginosas alcanzó las 239.926 toneladas, un volumen que representa una reducción del 43% en comparación con el mismo período del año anterior.
En ese sentido, destacan que las condiciones climáticas llevaron a un retraso en el período habitual de cosecha este 2023, lo que explica esta diferencia interanual tan significativa en medio de un escenario alentador en cuanto a la producción debido a que se cerró con una recuperación en más del 50%.
Luego de un mes de enero con muy bajo procesamiento, en febrero las industrias trabajaron a un ritmo más cercano a lo normal, con más de 224 mil toneladas aunque este volumen sigue ubicándose por debajo de lo conseguido en el mismo mes de 4 a 5 años anteriores. “La soja en particular alcanzó un registro superior al mal comienzo que se había tenido en el 2021, cuando las condiciones climáticas también causaron retraso en la cosecha, aunque todavía se encuentra muy por debajo de lo que habitualmente se obtiene para este período”, añade el informe.
Indicaron que la industrialización de otros granos se mantiene con mucha dinámica, con cerca de 17 mil toneladas de canola procesadas en los dos primeros meses del año, el mejor registro que se consiguió en el 2015.