El aniversario número 50 de la firma del Tratado de Itaipú, a partir del cual se construyó la hidroeléctrica más grande del mundo, coincide con el final del pago de una deuda extensa y onerosa. Con ello ahora se constituye en el activo más importante en materia financiera y estratégica para el Paraguay. A la vez, puede constituirse realmente en un factor de desarrollo económico y social a partir del diseño estratégico, la planificación y el ejercicio de políticas públicas consistentes a este fin, según las apreciaciones del economista y ex canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano.
Al respecto, su primera reflexión es que el país debe decidir cuál es el modelo de desarrollo que más le conviene, tarea demorada por la falta de una agenda de debate público-privado, ante lo cual el especialista se preguntó: “Vamos a adoptar un modelo para convertirnos en exportadores de energía limpia y renovable? ¿O vamos a cambiar realmente nuestra matriz energética para transformar esa energía en producción rentable, siendo anfitriones de importantes inversiones nacionales y extranjeras para aprovechar todo nuestro potencial?”, expresó al diario La Nación- Nación Media.
Remarcó que ambas opciones merecen una importante gestión que aún no se realizó, pues la primera es crear las condiciones para promover el desarrollo de generación eléctrica limpia y renovable. Y en cuanto a la segunda opción es preciso invertir urgentemente en infraestructura de transmisión y distribución, que se ha realizado justamente con aportes de Itaipú y financiamiento multilateral. Pero con las necesidades reales y condiciones muy limitadas, no se ve su priorización en la agenda gubernamental de inversión pública o promoción de las APP, por ejemplo, dijo.
INGRESOS DE LA BINACIONAL
El análisis no puede obviar que las transferencias financieras provenientes de las entidades binacionales al Estado paraguayo representan una de las principales fuentes de ingresos que financian el gasto público en el país, mencionó, en particular el gasto relacionado con la administración central, las gobernaciones y los municipios.
Los ingresos de las binacionales como royalties y compensaciones totalizan alrededor del 16% de los ingresos fiscales, constituyendo desde el año 2015 la segunda principal fuente de recursos luego del impuesto al valor agregado (IVA), que aporta el 82% del total. Esta es una característica muy particular de la política fiscal del Paraguay en lo que corresponde a la relevancia económica y financiera por el acceso a rentas provenientes del uso de recursos naturales para la generación eléctrica.
Es así que lograr ingresos adicionales es una opción, siempre que el modelo que va a perseguir Paraguay sea el de exportar energía, acotó.
Para hablar de lo que le depara ahora a la binacional y su nueva realidad fue preciso abarcar sin duda lo relacionado al Anexo C, cuya revisión se debe dar este año 2023, por lo que hay que tener muy en cuenta que el capítulo VI del mencionado anexo dice: “Las disposiciones del presente anexo serán revisadas después de transcurrido un plazo de cincuenta años a partir de la entrada en vigor del tratado”.