El doctor en economía y ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, se refirió al último informe de inflación que corresponde al mes de febrero e indicó que deja un “sabor agridulce”. Si bien está convergiendo, explicó que el acumulado de los últimos dos meses es superior al necesario para cumplir con la meta.
La inflación del mes de febrero del año 2023, medida por la variación del índice de precios al consumidor (IPC), fue del 0,5%, inferior a la variación del 1,4% observada en el mismo mes del año anterior. Con este resultado, la inflación acumulada en el año asciende al 1,7%, por debajo del 2,8% verificado en el mismo periodo del año 2022.
En ese sentido, mediante su cuenta de Twitter, el especialista económico explicó que este resultado de la inflación deja un “sabor agridulce”, todo esto, pese a que la inflación interanual sigue convergiendo a la meta del 4%, lo cual considera importante atendiendo a que se observa un menor nivel respecto al pico alcanzado el año anterior.
Por otro lado, mencionó que lo amargo se debe a que la variación de los últimos dos meses es muy superior al máximo necesario para cumplir con la meta atendiendo a que se dio un acumulado de 1,7% lo que representa aproximadamente 10% anualizado, valor que no se acerca a la meta.
En comunicación con La Nación/Nación Media, indicó que siempre hay que analizar la inflación en el margen, de los últimos dos o tres meses, como se está comportando. “Uno mira en el margen y la inflación sigue estando elevada. Sigue siendo una inflación mensual elevada, menos de lo que era hace un año, pero no como para decir que hemos domado al monstruo de la inflación”, explicó.
Ante eso, consideró que no debemos cantar victoria debido a que todavía no terminó la lucha contra el aumento de precios, por lo que no se debe aflojar la política monetaria. “La inflación en el margen está todavía elevada; por tanto, no hay espacio para empezar a ajustar para abajo la política monetaria”, recalcó.
Suba de precios, por varios factores
Desde hace semanas se observa y se siente una suba sostenida en el precio de los huevos, según manifestó Rolando Ramírez, presidente de la Asociación de Productores de Pymes de Huevos; situación que se explica por varios factores, aparte de la incertidumbre que genera el posible ingreso de la influenza aviar a Paraguay. Ramírez precisó a La Nación/Nación Media que estos precios que rigen en supermercados no coinciden con las cifras que ellos manejan; es decir, con el precio que ellos venden. En ese orden, refirió que la mayoría de los productores están cobrando entre G. 21.000 hasta G. 24.000 cada plancha de huevo. “Te puedo asegurar que la mayoría de los productores están cobrando hasta G. 24.000 la plancha de 30 en franja. Esto es lo que corresponde a los granjeros y puedo asegurar. Ese es el precio de la mayoría”, sostuvo Ramírez.
Los factores que hacen a esta realidad tienen que ver con dos aristas, según explicó. En primer lugar, por la suba de precios de insumos para la producción de huevos y otros derivados aviares. Afirmó que hay una elevación de costos de harina de soja, los concentrados para balanceados y resaltó la suba del precio de fletes.
En segundo lugar, mencionó que parte de esta tendencia se da por la demanda del producto; es decir, que a medida que aumenta el consumo también se da con el precio. “Cuando se genera una mayor demanda, siempre la tendencia es alzar los precios; en el caso nuestro, mercado local, subió la venta. La gente está comprando más”, señaló.
Apuntó a lo que está sucediendo en los países vecinos como Argentina y Brasil, donde la plancha de 30 huevos roza los G. 30.000 en las granjas productoras, lo que significa que en los supermercados el costo es mayor. Al respecto, recordó que por los casos confirmados de gripe aviar hay un cese de producción, por lo cual los precios también sufren un sobrecosto.