El Ministerio de Agri­cultura y Ganadería de Brasil confirmó durante la noche del miérco­les que el caso sospechoso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), también cono­cida como vaca loca, dio posi­tivo en un animal macho de 9 años de una pequeña propie­dad del municipio de Marabá, en el estado de Pará, al norte del país, que debió ser sacrifi­cado e incinerado por la auto­ridad sanitaria.

Ante esta situación, las auto­ridades del Servicio Nacio­nal de Calidad y Salud Ani­mal (Senacsa) explican que el EBB no representa un peligro de contagio para la ganadería nacional. “Este es un caso atí­pico porque la enfermedad tiene dos variantes, dos feno­tipos, y una de ellas no es con­tagiosa”, manifestó el titular de Senacsa, José Carlos Mar­tin, a la 1080 AM.

En ese marco indicó que los protocolos sanitarios perti­nentes en el caso ya están activados y que las consecuencias que implican al caso tienen directa relación con China, uno de los principales com­pradores de carne bovina bra­sileña. “Se aplica un protocolo solo con el mercado chino. Se van a cerrar las exportaciones de Brasil a China por cuatro semanas”, señaló.

Recordó que esta enfermedad ataca mayormente a las vacas longevas. También que, en el 2021, Brasil ya enfrentó un caso similar. Incluso, men­cionó que en enero de este año se confirmaron casos aisla­dos en España y Holanda.

Teniendo en cuenta el con­texto de la enfermedad, José Carlos Martin insistió en que la ciudadanía no debe alarmarse por este caso confirmado, sino más bien, prestar atención al posible ingreso de la gripe aviar a Paraguay. “Yo pido que no se desvíe el tema, nosotros estamos con una emergen­cia muy importante en lo que refiere a la influenza aviar. Lo de vaca loca no es un riesgo para Paraguay ni para otros países”, sostuvo.

Durante una comunicación con Daniel Burt, gerente de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC), el mismo contó a La Nación/Nación Media que el único riesgo al que nuestro país se enfren­taba, por el caso de vaca loca, es que por el cierre del mer­cado chino, Brasil busque otros mercados entrando en competencia con Paraguay en ese aspecto.

La Encefalopatía Espongiforme Bovina, también conocida como la “enfermedad de la vaca loca”, es una enfermedad progresiva y mortal del ganado bovino adulto causada por una proteína anormal denomi­nada “prion”, con un prolongado período de incubación que va de dos a ocho años o en ocasiones más. Se caracteriza por la degeneración del Sistema Nervioso Central (SNC), la cual se presenta con altera­ciones de comportamiento, locomoción y sensibilidad; se encuentra en la lista de enfermedades que debe notificarse a la OIE, tal y como se indica en el Código Sanitario para los Animales Terrestres.

La hipótesis de que los priones de la EEB han sido transmitidos al humano, causando la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (v-ECJ), está firmemente respaldada por estudios epidemiológicos y clínico-patológicos. La probable transmisión del prion de la EEB al ser humano generó crisis en la salud pública durante los años noventa, aunque se destaca que, hasta la fecha, el número de casos clínicos identificados por la v-ECJ es bajo. Se pueden distinguir dos formas de la enfermedad, la forma clásica que se produce en el ganado tras la ingestión de alimentos que contienen en su formulación harina de carne y hueso contaminado o uso de productos veterinarios que contengan órganos de mamíferos; y la forma atípica, la cual se cree que aparece de forma espontánea en la población bovina.

Al suspenderle China al Brasil, este pone en jaque al país porque buscará colocar su producción en otros mercados alternativos.

Ante el hecho confirmado de un caso positivo de encefalo­patía espongiforme bovina (EEB) o más comúnmente conocida como la enferme­dad de las vacas locas en Bra­sil, los productores locales se ven en una encrucijada debido a que, por un lado, el princi­pal y más grande mercado de carne brasileña que es China, suspende la importación y pone en jaque al país porque el vecino buscará colocar su producción en otros merca­dos alternativos.

En segundo lugar, lo que temen que suceda es que los mismos mercados internacionales empiecen a fijar precios reduci­dos ante este hecho en la región y, por consiguiente, las propias industrias frigoríficas auto­máticamente proceden a lo mismo, quedando los produc­tores con el perjuicio y tener que colocar la producción a lo que el mercado condiciona. Es lo que mencionó el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, teniendo en cuenta que el mer­cado chino tiene una cláusula que exige aplicar todo lo que se tenga que hacer para salva­guardarse desde el punto de vista sanitario, lo cual puede llevar semanas o meses incluso el cierre de dicho mercado.

“Con la aparición del caso vaca loca en Brasil, China, su mayor mercado, le va a cerrar el acceso, y ese cupo van a bus­car colocar en otros mercados generando más oferta. Así es que nuestros mercados impor­tantes nos desplazan por pre­cios, porque ellos buscan eso y acabamos también con bajos precios impuestos”, expresó Galli a la 650 AM. Es así que todo se vuelve una cadena, pues la industria también reduce el precio al productor prima­rio, que es lo que están avizo­rando desde el sector, según señaló Galli. En este sentido, recordó que en el último año y medio ya se dieron dos casos con Brasil, causando un gran perjuicio porque bajan las ven­tas, por ende, comienzan una puja de precios reduciéndolos.

Dijo que Paraguay cuenta con pocos mercados, depende altamente de Chile, que es un comprador vecino y accesible desde el punto de vista logís­tico, a más de que la carne local está relativamente mal posicionada, pues no se vende como marca Paraguay. Con relación a la enfermedad de la vaca loca, explicó que hay 2 tipos y el caso actual del Bra­sil es uno típico, que es más contagioso y se produce en animales viejos debido a que se trata de una degeneración cerebral por vejez.