El doctor en economía y ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos indicó que el principal desafío para el país se encamina por el lado externo, en que se proyecta una importante recesión para las principales economías.

Según Fernández Valdovinos, el año 2022 empezó con el pie izquierdo. La falta de agua golpeó a todo el sector agro, con una caída importante de la producción que también afectó la generación de energía, ocasionando que uno de los motores más importantes de la economía esté fallado. “Fue un año bastante atípico y difícil, en donde se combinó también con un ajuste de las condiciones fiscales y monetarias”, mencionó.

En ese sentido, explicó que de alguna manera se redujo el déficit fiscal, mientras que por el otro lado se subió la tasa de interés de Política Monetaria del Banco Central del Paraguay a fin de contener la inflación que llegó a niveles históricos. El ex titular del BCP mencionó que ambas medidas fueron necesarias, pero tuvieron su impacto en el desempeño económico del país.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para el 2023, indicó que el panorama es mejor debido a que ya se cuenta con una base de crecimiento económico, con la recuperación del sector agrícola y el efecto rebote que se tendrá durante el año. Es por eso que consideró que el principal desafío para el país está relacionado con el factor externo, en que existe un gran riesgo de recesión económica como efecto de las políticas monetarias restrictivas de los principales bancos centrales del mundo.

“El desafío de este año en todo caso viene por el escenario externo, no en términos de los commodities, que están bastante bien, pero sí de que va a ser un año malo para la mayor parte de los países. Como dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) países que representan un tercio de la economía van a estar en recesión”, dijo.

No obstante, indicó que las perspectivas apuntan a que el Paraguay no se va a mover de forma sincronizada con los demás países del mundo gracias al sector agrícola que experimentaría una importante recuperación. Consideró que debemos estar alertas al efecto mundial, debido a que no vamos a poder depender de muchos países como motor de crecimiento.

Sin embargo, el especialista agregó que, refiriéndose a los países de la región, a pesar de un crecimiento nulo que pueda llegar a tener Brasil, todavía va a representar un mercado importante para nuestros productos, atendiendo a que existe un stock de consumo suficientemente grande que se deberá cubrir durante el año, por lo que entiende de que el efecto no va a ser negativo y espera que se dé un año económico muy bueno.

Así también, indicó que al igual que el año anterior, el 2023 se trata de un año electoral que de alguna manera genera incerteza en el mercado de consumo e inversiones, lo que podría generar dudas o menor decisión de parte de los agentes. Fernández Valdovinos manifestó que estas condiciones podrían regularizarse para el segundo semestre del año, llegando a esos niveles de crecimiento proyectados desde el inicio.

Dejanos tu comentario