La industria de los defensivos agrícolas cerró un buen año en el 2022 a pesar de que China, su principal proveedor, registró el cierre de algunas fábricas en el 2021, ocasionando altos precios, lo cual continuó sintiéndose hasta mediados del año.
Sin embargo, el mercado local tuvo dos aspectos que resaltar. Por un lado, se frenó en cuanto a ventas; y por el otro, creció respecto a las importaciones de productos terminados y materia prima. Así lo mencionó el Ing. Juan Caporaso, en representación de la Cámara de Industrias Nacionales de Defensivos Agrícolas (Cinda), quien indicó que a raíz de esto la industria no produjo todo lo que tenía disponible.
“La industria no fabricó todo lo que tenía en materia prima como para fabricar, porque si no sale el producto es preferible guardarlo como materia prima y no dejarlo formulado porque tiene vencimiento”, comentó en comunicación con La Nación/Nación Media. El sector produce agroquímicos para un 35% del mercado nacional, y el resto es adquirido de otros países como el Mercado Común del Sur (Mercosur), China e India.
Asimismo, expresó que una de las secuelas de la sequía fue el excedente de insecticidas y fungicidas que no se usaron, pero que se trasladaron a la soja. “Ahora, por ejemplo, herbicida fue lo único que quedó, pero sí hubo una disminución de la demanda de muchos productos”, refirió.
Caporaso apuntó que de cualquier manera las importaciones de materia prima y formulados subieron en un 10%, y en valores tuvieron un incremento considerable por el alto costo internacional. “Hubo un salto de precios alrededor del 42%, sobre todo en glifosato, glufosinato, que son los que más volumen nos lleva”, comentó.
El sector no se vio afectado a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, según refirió, porque más bien esto afectó al rubro de los fertilizantes.
PROYECCIONES 2023
Esperan que para este 2023 se dé un incremento por encima del 5% estimado en términos anuales, teniendo en cuenta que se aguarda el crecimiento del área de siembra agrícola. Por otro lado, existen malezas resistentes que hacen que vaya cambiando el mercado porque deben adquirir nuevos herbicidas para controlarlas.
“Esto puede crecer y variar mucho de acuerdo a las nuevas familias de lo que producimos, pero esperamos que el crecimiento sea mayor a ese 5% anual”, agregó. También indicó que aunque la zafra actual no será excepcional en esta campaña, se vaticina un panorama mejor, ya que “empieza a moverse la rueda”.
El gremio tiene a 3 socios exportadores, cuyos envíos fueron principalmente a Brasil, luego Bolivia y Colombia. “En el 2022, la industria superó los US$ 100 millones en exportaciones. Eso fue más por los precios que hubo”, remarcó.
Sector local pide protección
Solicitan al Gobierno buscar un mecanismo en defensa de la producción nacional de agroquímicos.
El Ing. Juan Caporaso, en representación de la Cámara de Industrias Nacionales de Defensivos Agrícolas (Cinda), destacó que desde el sector buscarán seguir accediendo a nuevos productos herbicidas para combatir las malezas y semillas resistentes a los químicos al ser genéticamente modificadas.
Además, pidió protección para los industriales por parte del Gobierno, que debería buscar un mecanismo en defensa de la producción nacional de agroquímicos.
Consideró que se podrían obtener permisos previos de importación y aranceles diferenciados que los favorezcan. “Por ejemplo en Argentina te cobran doble IVA, en Brasil los registros son carísimos, siempre pedimos que la industria tenga algún beneficio”, subrayó y acotó que los productos importados son los que compiten deslealmente, porque tienen un reembolso más costoso para las exportaciones que las materias primas.