El 2022 fue un período difícil para el sector metalúrgico debido a los altos costos en materia prima, al igual que el incremento del costo del flete marítimo. Si bien estos factores presentan una leve mejoría, se generó una incertidumbre en el mercado, ocasionando una disminución en las obras e inversiones. Según explicó Carlos Perasso, presidente del Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime), varias empresas del rubro catalogaron a este lapso de doce meses como el peor de las últimas dos décadas. “Tenemos comentarios de varias de las empresas asociadas que hablan de que es el peor año en los últimos 20 años”, mencionó.
Afirmó que aunque esto no sea algo general, quienes fueron afectados registraron una disminución en los volúmenes de venta de manera considerable, pues como los insumos metalúrgicos son importados en su totalidad, no pudieron incidir en el aumento de los costos. Pese a que hoy en día estos se están regularizando, todo lo que existe en stock está a un precio desfasado y el mercado no está en condiciones de tomarlo para nuevas inversiones. “Están bajando los costos y genera esa incertidumbre, ese parate. Creo que para el final del 1er. cuatrimestre ya esté todo regularizado”, indicó. Entre los componentes metálicos utilizados por el rubro se encuentran las chapas, caños, alambrones, varillas, entre otros productos.
Consideró que los mercados de exportación no fueron conseguidos con facilidad durante este año debido a la coyuntura. “Por ser un país mediterráneo que siempre es afectado en último momento por todo, ahora estamos con el último coletazo de esto. No creo que los mercados hayan podido ser generados con facilidad”, sostuvo. Los destinos de los envíos fueron países como Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.
Sobre los costos del flete, afirmó que de acuerdo a las últimas cotizaciones de Oriente se sitúan en US$ 5.000, mientras que en el 2021 llegaban a US$ 11.000. Perasso mencionó que esperan que el 2023 presente una leve mejoría en cuanto a estos factores exógenos. “Esperamos que haya una recuperación en el PIB, porque el sector metalúrgico crece en directa relación con ello”, apuntó.
Según el informe sobre indicadores macroindustriales, del Viceministerio de Industria del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), la economía paraguaya podría mostrar una recuperación significativa para el próximo año, favorecida por el escenario macroeconómico.
En ese contexto, la producción industrial alcanzaría un nivel de crecimiento potencial en el PIB industrial de un 3,9%. Agregó que precisan de un mayor apoyo a la industria nacional porque están convencidos de que el camino del desarrollo del país es la industrialización. “Tenemos que dejar de convertirnos en un país solamente exportador de productos de agrícolas y ganaderos, para convertirnos en exportadores de productos con mayor valor agregado, para que mejore la distribución de las riquezas”, aseveró.
Así también, que existan incentivos industriales para que las empresas puedan ser beneficiadas y que este beneficio pueda permear mayormente a la sociedad. Si bien el año pasado se dio un repunte en ventas tras el encierro a causa de la pandemia, en los primeros meses de este año las ventas cayeron estrepitosamente en el sector.