Esta situación estresó toda la cadena de pagos, involucrando al sector financiero, a pro­veedores tanto del sector industrial como de servi­cios, y afectando también al empleo del rubro. Desde la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) y la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) mencionaron que ven con preocupación muchos elementos que constituyen un riesgo para el buen desempeño de la eco­nomía.

“Si bien al cierre del 2022 se estaría abonando apro­ximadamente 150 millo­nes de dólares de lo adeu­dado, quedará un saldo de 300 millones de dólares, pues las obras siguieron eje­cutándose, pese a la enorme deuda”, inició comentando a La Nación/Nación Media, Javier Díaz de Vivar, titu­lar de la Capaco, agregando que esta es una fotografía de que cuando se afecta el des­empeño de la fuerza laboral, también repercute en toda la cadena.

Así también, mencionó que prevén un inicio del 2023 complicado. “No se espera un año de mucha ejecución, justamente por el cambio de las autoridades. Esta­rán las obras nuevas que se adjudicaron este año. Tam­bién habría nuevos llama­dos, pero no en la cantidad de años anteriores”, comentó. Sin embargo, a nivel pri­vado generan expectativas las obras que se anuncian en torno a inversiones indus­triales importantes que se asentarán en el país, como de biocombustible, hidró­geno verde, celulosa y otras.

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PGN 2023

En vista al recorte de unos 30 millones de dólares en inversio­nes para obras del Presupuesto General de la Nación 2023, mencionó que inquieta específi­camente el factor salarial, pues esto constituye aumentos per­manentes en el gasto público, que complicarán la convergen­cia del déficit a lo establecido por la Ley de Responsabilidad Fis­cal, ya que se trasladan directa­mente a más gasto para el pre­supuesto del 2024.

La creación de nuevos cargos va en la misma línea a lo mencio­nado, con mucha más rigidez de gastos corrientes. “Una reduc­ción de la inversión pública tendrá un importante efecto negativo en la economía. Con un impacto en la generación de empleo, recordando que la inversión es una herramienta poderosa para su generación”, remarcó sobre el bajo nivel de obras, lo cual repercutirá en la población con la disminución del empleo.

Por su parte, Paul Sarubbi, presidente de Cavialpa, dijo a LN/NM que los siguientes doce meses serán de grandes desa­fíos para el país, por la necesi­dad en infraestructura.

LAS POSIBLES SOLUCIONES

“Tenemos que tratar de mejorar el gasto público, generando iniciativas que reduzcan los gastos corrien­tes. Así también, debemos tratar de identificar obras que puedan ser de interés del sector privado, a través de concesiones o proyectos de alianza público-privada”, expresó Javier Díaz de Vivar. Ahora bien, en el largo plazo se debe pensar en reformas que puedan permitir como país concesionar cierto tipo de obras como hospitales y escuelas; es decir, proyec­tos que dependan de refor­mas más estructurales. Por lo cual, esperan que el próximo gobierno tenga un plan de desarrollo en infraestructura que dé prioridad a la construc­ción de instituciones educati­vas, redes de desagüe pluvial y cloacal, así como inversión en desarrollo logístico integral.

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