Dadas las dificultades para conseguir cier­tos insumos quími­cos por la escasez de oferta a causa de los conflictos béli­cos entre Rusia y Ucrania, los importadores de nuestro país optaron por asegurar el stock al momento que ello fuese posible. Por ese motivo, la decisión del momento de compra pasó a ser definida por la disponibilidad de los insumos y no por el momento óptimo con relación al calen­dario de los cultivos.

Es lo que refirió la Cámara Paraguaya de Exporta­dores y Comercializado­res de Cereales y Oleagi­nosas (Capeco) a través de un informe, en el que men­ciona que en los dos últimos años se observó un cambio respecto al momento de compra de los fertilizan­tes. Explica, además, que los meses de noviembre, diciembre y enero, ante­riormente de bajos niveles de importación pasaron a ser relevantes con relación al promedio.

“Durante más de una década, la tendencia en relación con la toma de decisiones indi­caba que las compras se rea­lizaban mayoritariamente en invierno y disminuían con el inicio de la nueva zafra en septiembre”, afir­maron desde la Cámara. Sin embargo, en los dos últimos años se vio un cambio res­pecto al momento de com­pra de los agentes de acuerdo al índice estacional, que observa las tendencias men­suales de una serie de tiempo analizada.

En promedio, las impor­taciones se realizaban en junio, julio y agosto con un pico de 1.549 toneladas, mientras que en el 2021 estas fueron en los últimos meses del año, con com­pras de hasta 1.979 tonela­das, de acuerdo a los datos del Banco Central del Para­guay (BCP) publicados por el gremio.

Incluso en el primer trimes­tre del 2022, las adquisicio­nes de insumos químicos necesarios para optimizar la productividad de los cul­tivos verificaron incremen­tos con 6.720 toneladas de defensivos agrícolas como insecticidas, herbicidas y fungicidas por un valor de US$ 63,8 millones, lo que significó una suba de 69% en volumen y 123% en valo­res, en comparación con los registros al cierre de abril del año pasado.