La carne de pollo pasó a formar parte de la mesa de los paraguayos registrando un crecimiento moderado año tras año. Tal es así que desde la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar) estiman que este crecimiento se da principalmente a causa del alto costo de la carne vacuna y por cambios en la dieta del consumidor.
Néstor Zarza, presidente del gremio, explicó en comunicación con La Nación/Nación Media, que este año el consumo aumentó en un 35%. “El consumo de carne de pollo per cápita en nuestro país durante el año 2021 fue de 17 kilogramos y en el año 2022 fueron 23 kilogramos, un aumento del 35%”, indicó. Sin embargo, resaltó que, comparando con algunos países de la región como Perú, Argentina, Brasil, Bolivia o Chile, aún está muy por debajo, puesto que estos contabilizan de 40 a 50 kilos por persona.
“El consumo de la carne vacuna a nivel nacional no sube, al contrario, va bajando. Estamos hablando de lo que es per cápita, no el volumen total a nivel país. La gente va migrando más a otro tipo de proteína, llámese pollo, cerdo, huevo, y busca más alternativas de proteínas”, comentó. Dijo que anteriormente el paraguayo era “más carnívoro” y actualmente cuenta con más opciones.
En ese contexto contó que muchas personas deciden consumir carne blanca a modo de reducir su ingesta de carne roja. “Cuando hablamos del aumento del consumo año tras año ya abarca todos los derivados, llámese pollo entero, pechuga, muslo, procesados”, detalló, agregando además que con el alto índice de ingreso del producto de origen ilegal se dificulta el registro real de los números.
Según advirtió, el rubro estima que al menos el 30% de la ingesta nacional se provee del contrabando de industrias brasileñas o argentinas, por lo que las mediciones podrían resultar inciertas. “Habría que agregarle lo de origen ilegal y ahí tal vez suba al 25 o 27 kilogramos año”, apuntó. La producción avícola asciende a 180.000 toneladas al año y se prevé que esta cantidad siga aumentando.
COMPORTAMIENTO PARA FIN DE AÑO
Blanca Ceuppens, miembro de Avipar, indicó que en fin de año se ve la tendencia de una mayor ingesta de pollo y las proteínas en general. “Hay más actividades para reunirse, pero antes tradicionalmente comer carne de pollo era una exquisitez porque no era fácil de conseguir. Eso hoy día no pasa porque Paraguay y los productores abastezcan el mercado local, sino porque la producción hizo que sea un producto muy económico”, acotó a la 650 AM y coincidió en que el consumo es todavía muy bajo. Agregó que los empresarios notan que el poder adquisitivo y el movimiento comercial se encuentran resentidos y por esta razón hay muchos productos en oferta. “No solamente en los supermercados sino también en las redes sociales de los avicultores que estamos tratando de bajar un poco los precios para hacer un poco frente a la competencia desleal”, puntualizó.