El operador y propietario de estaciones de servicios, Juan José Rojas, conversó con La Nación/Nación Media, sobre la problemática del sector de combustibles con relación a los subsidios que aplica el Gobierno, a través de la estatal Petróleos Paraguayos (Petropar), cuyo beneficio disfrazado de los intereses políticos solo terminará perjudicando a la ciudadanía en general. “Acá lo que está pasando es que este Gobierno actúa de Poncio Pilato, se lava las manos porque no quiere tener problemas con nadie, les dejan tranquilos a los camioneros bajando el precio en Petropar ahora, pero solo porque están llegando las elecciones presidenciales y sabemos que hay intereses”, dijo Rojas.
El operador, también miembro de la comisión directiva de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa), transmitió la gran preocupación que tiene como ciudadano, pues en base a otras experiencias regionales, es sabido que quien termina pagando el precio de los subsidios es todo el pueblo, una vez que se tenga que cerrar el agujero fiscal con el aumento de más impuestos y de una mayor inflación. Remarcó que los más afectados son los ciudadanos en general, pues al tener una alta inflación, terminará pagando precios más elevados en los productos de primera necesidad incluso y no solo por el combustible, explicó el operador, quien aseguró que está sufriendo en carne propia el esquema contraproducente de los subsidios.
VOLATILIDAD
Sobre el punto recomendó acostumbrarse a la variación diaria de los precios del combustible, debido a la volatilidad de este commoditie en el mercado internacional, más aún teniendo en cuenta que los mayores productores de petróleo en Europa estarán ingresando al invierno, y si no se soluciona el conflicto entre Rusia y Ucrania, Paraguay al igual que el resto de los importadores, seguirán enfrentando precios elevados.
Lamentó que el Gobierno no actúe donde realmente debería, como lo es en el aspecto del contrabando, pues solo basta con recorrer ciertas zonas en las que las casas ofertan el carburante de procedencia argentina, con total ausencia de las autoridades que simplemente hacen oídos sordos, dijo. “Sabemos que oficialmente entran 100 millones de litros de combustible vía contrabando, que si hacemos el cálculo son G. 2.000 de diferencia en el precio con la Argentina, ya tenemos G. 200 mil millones que no ingresan al fisco y refuerza el mercado ilegal”, explicó.