El Banco Central del Paraguay (BCP), si bien anunció que los riesgos internacionales seguirán latentes en el 2023, afirma que todavía puede incidir en el resultado de la economía para el cierre de este año. Este panorama es para todo el mundo, ya que el riesgo principal tiene que ver con la guerra entre Rusia y Ucrania, todo lo que eso pro­voca.

En tanto, en el plano local, los riesgos para la actividad económica se derivan princi­palmente de la evolución del clima. En los últimos meses, el clima mejoró de manera importante beneficiando a los cultivos de soja (zafriña), maíz y trigo. Además, hasta el momento, se observó una buena evolución de la siembra de la soja (zafra 2022/2023) en las distintas regiones pro­ductivas del país.

Sin embargo, persisten las probabilidades de que se registre nuevamente una sequía (“la niña”) en los próximos meses, que, en caso de materializarse, tendría sus implicancias sobre la activi­dad económica, la demanda interna, las exportaciones y el tipo de cambio, mencionan los analistas del BCP.

En cuanto a los principales socios comerciales del país, si bien las perspectivas eco­nómicas se revisaron al alza para el 2022, los riesgos deri­vados del panorama fiscal se acentuaron, agrega el reporte del BCP. En Brasil persiste la incertidumbre sobre el futuro del marco fiscal del país, acrecentada luego de las medidas implementadas por el gobierno para frenar el precio de los combustibles y mitigar el impacto de la ele­vada inflación sobre las fami­lias más vulnerables.

Además, el riesgo soberano podría verse afectado si las tensiones políticas aumentan en el marco de las elecciones presidenciales.

En Argentina persiste la incertidumbre respecto del cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional. El escenario internacional más complejo podría signifi­car mayores primas de riesgo y presiones cambiarias para la economía argentina.

En el entorno internacional continúa la incertidumbre en torno a las perspectivas eco­nómicas, con un claro sesgo hacia un resultado más pesi­mista. Presiones inflaciona­rias más persistentes, mayor deterioro en las condicio­nes financieras globales y un nuevo escalamiento en la guerra Ucrania-Rusia son los principales factores de riesgo para las proyecciones de cre­cimiento mundial.

Se espera que, junto con la revisión a la baja en las pers­pectivas económicas globa­les y condiciones financieras más estrictas, la inflación comience a moderarse, no obstante, varios factores podrían generar nuevas pre­siones en los precios, reporta el Informe de Política Mone­taria, presentado reciente­mente por la banca matriz.