Trabajadores agremiados a la Unión de Productores Frutihortícolas del Paraguay se movilizaron nuevamente desde ayer en la capital del país, ante el ingreso masivo de productos presumiblemente de contrabando, pues entran al país como importados pero aseguran que son “blanqueados” copando el mercado local y dejándolos prácticamente fuera de competencia.
Por ese motivo, se vieron en la necesidad de exigir a las instituciones responsables un mayor y verdadero control del ingreso masivo de tomates, especialmente, provocando que los precios de la producción nacional estén por debajo de los costos incluso, pues necesitan comercializarlos día a día para que no se eche a perder el sacrificio de meses.
“El contrabando se blanquea, y los ministros no pueden con presiones de ‘importadores’ a quienes nosotros llamamos ‘pseudocontrabandistas’, porque a partir de la quincena de enero ya se beneficiaron con 180 permisos de importaciones, que asciende a unos 8 millones de kilos de productos que ingresaron”, expresó a la 650 AM José Rivas, presidente de dicho gremio.
El referente cuestionó que es una triste y vieja realidad que primero se tengan que colocar todos los productos de contrabando, y que los precios que pagan a los tomateros son muy bajos, llegando a los G. 2.500 a G. 3.500 el kilogramo en finca, debido a que el mercado nacional está repleto del producto proveniente principalmente desde Argentina.
Asimismo, lamentó que en Paraguay tampoco se produce ningún insumo, ni semillas, por lo que como productores, que solo en el mencionado gremio serían unos 1.000, deben realizar esfuerzos para costear la compra de tales desde del extranjero y para colmo en dólares, dijo.
La manifestación se realizó desde las 8:00, con un recorrido por las dependencias del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la Unidad Interinstitucional de Combate al Contrabando (UIC), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y la Armada Nacional.