La convergencia de la inflación se está dando, camino al 4,1% para el 2023 y al 4% en el primer trimestre del 2024, confirmó el Banco Central del Paraguay (BCP), tras su reporte de Índice de Pre­cios al Consumidor (IPC) de agosto. El reporte de la infla­ción del mes arrojó una varia­ción de 0,4%, muy por debajo del 0,9% de agosto del 2021 y del 0,7% de julio de este año, pese a que se dieron fuertes aumentos, principalmente en los precios de las frutas y ver­duras. Con este resultado, la inflación de 12 meses o infla­ción interanual se reduce también a 10,5%, por debajo del 11,1% de julio pasado. En tanto, la inflación acumulada en el año asciende a 7,2%, por encima del 3,6% verificado en el mismo período del 2021.

Las autoridades del BCP hicieron énfasis en el resul­tado mensual, señalando que la presión inflacionaria está dando “tregua” en el mer­cado, que se puede observar en la variación de meses ante­riores, donde claramente el resultado era muy superior. Aclararon que en agosto, los mayores rubros que incidie­ron fuertemente fueron los de alimentos, como frutas y ver­duras, al igual que la carne. En agosto la inflación está expli­cada por aumento de precios en la mayoría de los compo­nentes de la agrupación de los alimentos, seguido por las subas registradas en los servicios, gastos en salud y en algunos bienes durables. En contrapartida, estos aumen­tos fueron atenuados por las disminuciones de precios de los combustibles.

Consultados por el efecto inflacionario, principalmente en las verduras, así como en las frutas, aclararon que en el resultado del mes, estos elementos fueron los que más incidieron en las subas, que tiene como consecuen­cia del impacto de la sequía y de medidas restrictivas a las importaciones. El eco­nomista jefe del BCP, Miguel Mora, dijo que en términos interanuales, estos produc­tos estaban creciendo en un 35%. “Inicialmente en el incremento de precios de lo que son frutas y verduras estuvo explicado por el efecto de la sequía, que contribuyó al encarecimiento de estos pro­ductos hacia finales del 2021 e inicios del 2022. Con el mejo­ramiento de las condiciones climáticas,esperábamos reducciones de precios mucho más importantes”, dijo.

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Aclaró que si bien se dio esa disminución en los últimos meses, el índice de precios aún está muy por encima de lo que es en promedio, aso­ciado a que persisten todavía las restricciones asociados a los ingresos de los produc­tos, cuya producción local no puede abastecer la demanda, por lo que obviamente se da este incremento de precios. “Uno de los productos que más subió es la cebolla. Si bien son productos que tie­nen mucha volatilidad sobre la inflación, no sobre la ten­dencia, sí en un contexto donde la inflación está alta, evidentemente suman a este proceso de pérdida de poder adquisitivo de los consumi­dores”, afirmó.

Dentro del rubro de los ali­mentos, la carne vacuna experimentó nuevamente un aumento luego de registrar tres meses de tasas negativas, ubicándose con la mayor inci­dencia en esta agrupación.

Tomates, con costos diferenciados

Esperan vender entre G. 5.000 y G. 5.500 en fincas, pero en ferias u otros puntos de venta ya se encuentran a precios más bajos.

El precio del tomate puede variar según la zona de producción y atendiendo a la calidad del mismo, afirmaron desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). En ese sentido, expresaron que uno de los principales factores es el contrabando que sufre este producto, lo cual hace difícil su comercialización a mejores precios. Los productores esperan vender a precios de G. 5.000 a G. 5.500 en fincas, pero sostienen que en zonas como ferias u otros puntos de venta ya se pueden encontrar a precios más bajos. “Hay que tener en cuenta también la calidad del producto, hay que considerar que se venden productos de primera y de segunda”, dijo Ernesto Sotelo, director de comercialización del MAG.

Reconoció que con la entrada ilegal desde los países vecinos la situación se torna más compleja. “Eso causa problemas para la comercialización de la producción nacional. Es un problema que estamos teniendo, es un mal que tenemos y afecta al precio aunque tengamos productos de calidad”, aseguró. En ese sentido, indicó que actualmente no se dispone del permiso de Acreditación Fitosanitaria para Productos Vegetales de Importación (Afidi). “Desde el 22 de mayo se atajó la entrada legal y no hay permiso de importación y a partir de ahí nosotros estamos cubriendo con nuestra producción”, añadió Sotelo a Canal Pro.

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