El experto chileno Axel Kaiser recomendó al Paraguay preocuparse por mantener lo ya logrado y continuar con el modelo económico que lo resaltó en los últimos años ante los países de la región. Con la propuesta de escuchar nuevas voces y nutrir de ideologías basadas en experiencias regionales, el abogado catedrático y politólogo considerado uno de los intelectuales públicos más admirados de Chile, se encuentra en el país y ayer plasmó sus pensamientos ante un selecto público en Asunción.
Fue invitado por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Paraguay (CNCSP) en conjunto con la Fundación para la Libertad y el Desarrollo ISSOS, y la Fundación para el Desarrollo Educacional de la Universidad Católica. Kaiser compartió con el sector empresarial, académico y la prensa local su postura ideológica. “Paraguay ha conseguido convertirse en un referente cada vez más posicionado, de refugio para inversionistas, para gente que quiere vivir tranquila, que quiere hacer negocios, que le vaya bien y que está escapando de países que se están arruinando, como Chile, Argentina o incluso brasileños, porque sabemos que hay oportunidades muy interesantes y eso es admirable”, expresó Kaiser.
El politólogo hizo hincapié en que Paraguay debe seguir el mismo camino de mantener los impuestos bajos en un mundo de impuestos altos, porque esto seguirá beneficiando al país, así como fortalecer la protección a la propiedad privada, más de la actual incluso, de modo que se pueda garantizar la seguridad jurídica. Kaiser remarcó que hasta ahora dicho modelo funciona en sociedades que están en paz consigo mismas y que están comprometidas con sanas ideas de buena política económica para salir adelante y que generen mejores oportunidades a la ciudadanía, sobre todo a los más vulnerables.
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Bonos: “El mundo le está diciendo a Paraguay, usted es confiable”, destaca economista
El gobierno emitió por primera vez en su historia bonos soberanos al mercado internacional en guaraníes. La colocación fue por USD 1.000 millones y el 50 % fue en moneda local. Un logro bastante importante, ya que demuestra la confianza que los inversionistas depositan en la administración pública, especialmente en el guaraní.
Para el economista Víctor Pavón, que Paraguay haya logrado colocar bonos en guaraníes a una tasa de 7,9 % y a 6 % la cantidad restante, demuestra que el mundo le está diciendo a Paraguay “usted es confiable”. “Los mercados internacionales le están diciendo a Paraguay, usted es un país confiable. Esto quiere decir que nuestras finanzas públicas tienen compromisos que cumplir y parte de ello, se realizan con los bonos”, señaló Pavón a GEN/Nación Media.
Asimismo, significó que para llegar al grado de inversión, también las reformas son necesarias, ejemplo, en las cajas jubilatorias. Por ello, celebró la creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones y también la reforma del servicio civil que está en camino. “Todo esto es un avance extraordinario”, resaltó.
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Pavón expuso además que es importante tomar en cuenta el nivel de endeudamiento público, que está cercano al 40 % del PIB, afirmando que no se debería pasar este límite y que un camino para ello es ejecutar más alianzas público-privadas. “Nosotros estamos a tiempo de cambiar este modelo de endeudamiento”, dijo.
En otro momento, reconoció que parte de esta deuda también se debe a la herencia que dejó el gobierno anterior, tanto con el sector de salud y obras, por USD 600 millones, que obligó a la actual administración a buscar recursos para cumplir con los saldos ya obligados. “Este logro que se ha conseguido es importante (bonos), pero también creo que es importante empezar a analizar y terminar con un endeudamiento”, insistió.
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Buenas políticas ejecutadas respaldan que el país se convierta en estrella económica
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, afirmó que Paraguay es tenido en cuenta como una potencial estrella económica por las buenas políticas consistentes que se han aplicado a lo largo de los años. Esta expresión fue dicha por el economista argentino Marcelo Giugale, exdirectivo del Banco Mundial (BM), que considera al país como la próxima potencia de América Latina en el 2024.
En su cuenta de X (exTwitter), el secretario de Estado publicó el video en el que el exdirectivo del BM halagó la economía nacional y vaticinó buenos números para este año. Sostuvo que el país necesita materializar inversiones y crear puestos de trabajo dignos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
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“Nuestro país necesita materializar inversiones y crear puestos de trabajo dignos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Las buenas políticas implementadas consistentemente a lo largo de los años recientes permiten que Paraguay sea la estrella económica del 2024″, escribió el ministro.
Estrella de Latam
Marcelo Giugale considera a Paraguay como la próxima “estrella económica” de América Latina para este año, según manifestó en una entrevista exclusiva para el programa “Oppenheimer presenta” de la cadena CNN en Español, conducido por el reconocido periodista Andrés Oppenheimer.
El exdirector del Departamento de Asesoría Financiera del Banco Mundial dijo que el país de América Latina que el mercado todavía no ha descubierto es Paraguay, y que va en camino a tener todo lo que tiene Uruguay, “en cuanto a institución económica, financieramente y posibilidades productivas, pero el mercado todavía no lo ha descubierto”, expresó.
Giugale puso como ejemplo a Uruguay porque es un país bien manejado, con buenas instituciones, cuenta pública y situación financiera también muy sólida; y resaltó que los inversionistas están en busca de países que no han sido descubiertos, pero que tengan estas características mencionadas. Por eso, aseguró que Paraguay, que tiene todas estas bondades, será la próxima en ser hallada.
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Vamos en buena dirección dando fuerzas a nuestro Guaraní para ahorrar e invertir
Para un país y su economía que quieran realmente no depender exclusivamente del “dinero de afuera” como fuente de recursos financieros para uso interno, y que utilizan como referencia de valor directa o indirectamente el precio de mercado de una moneda extranjera como es el caso del dólar norteamericano (USD), más que los factores locales que cuidan la calidad en un sentido amplio del dinero propio, es crucial mantener el atractivo de la unidad monetaria (moneda) en cuanto a la continuidad de su uso en un escenario normal para las operaciones de compra y venta de todo lo que circula en la economía, para el ahorro y para la inversión.
Tener una moneda nacional que quema en las manos es no tener ni buen presente ni buen futuro. La pérdida de valor en el tiempo de una moneda –ponemos el caso de nuestro Guaraní (G.)– es inevitable, fundamentalmente en términos de su poder de compra, por la inflación acumulada (suba en el precio de los bienes y servicios de la canasta familiar), que no pocas veces tiene como fuente de combustible a factores que provienen del exterior, como es el caso del encarecimiento del barril de petróleo y de las presiones del dólar yankee y sus correspondientes tasas de interés. Pero si conservamos la misma moneda sin sacarle cero alguno por 80 años desde su creación el 5 de octubre de 1943, con su primera emisión en 1944, es porque nuestro Guaraní (G.) no nos quema en las manos como para desprendernos desesperadamente del mismo, cambiándolo con urgencia por temor por otra moneda más segura, aunque perdamos en la operación, ya sea en el presente o en el futuro, por rumores o equivocados pronósticos con respecto a su proyectado precio de mercado. Tenemos un historial más que aceptable, pero no perfecto, de inflaciones “bajo control”, últimamente bajas (con excepción del 6,8 % y 8,1 % en 2021-2022), y un precio del dólar estadounidense que pocas veces se “nos ha escapado” de las manos, sin arañar las nubes.
En comparación con la mayoría de los otros países latinoamericanos nuestro escenario de estabilidad monetaria y cambiaria es favorable y positivo. Desafortunadamente, como hacemos de nuestra vida –de la mano de nuestros intereses particulares, grupales y sectoriales– un arte para ver peor de lo que es a nuestro país, desvalorizarlo casi en todo, con críticas enfermizamente destructivas, buscando el “bien supuesto” con el “mal propuesto”, no nos entra en la cabeza la importancia de tener una misma moneda ahora ya con más de ochenta años. Y para mantenerla en nuestro poder sin que nos queme en las manos es de vida o muerte que la usemos más y mejor. Más gana nuestro Guaraní (G.) si es fuente de inversión, privada y pública, de manera constante e incluso planificada y programada. Si su mayor manejo y uso potencia la capacidad de crecimiento económico del Paraguay, convirtiéndose en una alternativa real a la necesidad de tomar préstamos del exterior o emitir bonos soberanos. Hay aproximadamente el equivalente a 5.000 millones de dólares en recursos monetarios en guaraníes en manos de los paraguayos que no se invierten.
Tal monto es un piso. Se alega, y están en su derecho, en una economía de mercado libre, respetando la propiedad y al amparo de una seguridad relativa, pero seguridad al fin, que no hay que correr riesgos. Hablan de cuidar en el presente lo que se usará en el futuro. Perfecto. Justo. Responsable. ¿Pero qué mejor futuro tendrán realmente mañana si la economía como un todo desmejora y empeora, con bajo crecimiento, alta inflación, dólar que se dispara, fuerte endeudamiento externo, atraso en obras de infraestructura, desempleo, informalidad, salarios y sueldos caídos, inseguridad creciente y desbordada, educación mediocre, y la gente amargada con ánimos de confrontación? Miren, esa será la realidad, si ese piso de 5.000 millones de dólares no se invierte en el “país de los paraguayos guaraníes”. Claro, para ello hay que poner al país en primer lugar, lo que no está en el ADN de los paraguayos, excepto en la Guerra Grande 1864-70 y la del Chaco 1932-35. Después, la nada de la nada.
El pasado viernes 22 el Ministerio de Economía y Finanzas nos informaba que ese día se logró una histórica emisión de bonos soberanos o del Tesoro Nacional en “moneda local” (guaraníes), con inversionistas (compradores) extranjeros y nacionales, en una operación que “reafirma la confianza en la política económica”. Vayamos a la fuente misma: “El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) hoy colocó Bonos del Tesoro por G. 1.619.750 millones (USD 219,89 millones, aproximadamente), en el marco de la Ley n.º 7218/2023 “Por el cual se establecen medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas”. En la operación, se recibieron ofertas por G. 1.866.300 millones (USD 253,37 millones), demostrando así la confianza y el interés de los inversionistas locales como internacionales en Títulos del Tesoro Público en moneda nacional. De esta forma, el MEF reafirma su compromiso de seguir impulsando el desarrollo del mercado local dando mayor profundidad al mismo y concluye de manera exitosa el Programa de Emisiones de Bonos del Tesoro correspondiente al ejercicio fiscal 2023 con un monto de G. 2.503.451 millones (USD 344,40 millones) en moneda local.
“Esta operación se suma a las ya realizadas como, por ejemplo, la conversión de un préstamo en moneda extranjera a moneda nacional, llevada a cabo en el mes de noviembre. Estas acciones tienen como objetivo mejorar la composición de la cartera de deuda del país, dando una mayor participación a la composición por moneda local y a tasas fijas. La licitación se llevó a cabo a través de la Bolsa de Valores Asunción (BVA), poniendo a disposición de los inversionistas dos series de Bonos con vencimiento en los años 2028 y 2030. Los fondos captados serán asignados conforme a lo estipulado en la Ley n.° 7218/2023″. Una aclaración de las diferencias que se puedan dar en la conversión a dólares de los montos en guaraníes tiene que ver con la cotización del dólar que se use, según criterios diferentes.
Otro hecho de fortalecimiento de nuestra moneda, como ya se mencionó, se dio a finales de noviembre cuando desde el MEF se informaba de la primera y exitosa conversión de un préstamo en dólares a guaraníes, operación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por el monto equivalente a USD 100 millones, como inicio de un proceso de desdolarización con condiciones ventajosas, a 13 años y una tasa de interés convertida a moneda local (PYG) de 6,3 % más el margen propio del banco multilateral. Este paso estratégico contribuye a reforzar las acciones del Gobierno para mejorar su composición de deuda en moneda local, lo cual contribuiría favorablemente a la percepción del riesgo país por parte de los inversionistas y las Calificadoras de Riesgo, así como reafirmar el compromiso de un manejo sostenible a mediano y largo plazo de las finanzas públicas.
Por lo que sucedió el viernes 22, con el récord de colocación diaria de bonos estatales en guaraníes por el equivalente de USD 220 millones o USD 221 millones, se cerró el año con mayor venta desde el 2013 con USD 344 millones o USD 347 millones, estando en circulación en el mercado local bonos públicos guaranizados por el equivalente a USD 843 millones. A fines de octubre último teníamos una deuda pública de USD 16.194 millones (duplicada en la desastrosa gestión de Marito) equivalente el 36,8 % del tamaño de la economía (PIB). En dicho total la deuda externa sumaba USD 14.141 millones con un peso en el total de la deuda del 87,8 %. Correspondientemente la deuda en “dólares o moneda extranjera” ascendía a USD 14.141 millones (87,3 %). La deuda interna o pagable en guaraníes totalizaba USD 1.972 millones con una participación del 12,2 %. Dentro de la misma los bonos internos sumaban USD 1.332 millones (8,2 %).
Un país y una economía que no invierten sus recursos propios en beneficio de su gente es un país que desperdicia grandes oportunidades de mejorar. Tal país es un desperdicio. Y por lo general tales países ciegos tienen la preferencia de culpar “a los de afuera” por el atraso local. Un venerable maestro japonés me enseñaba en Tokio a finales de 1990: “No te olvides, Pablo, que el préstamo que damos a Paraguay para obras públicas es el dinero de nuestra gente, ahorrando, invirtiendo y, sobre todo, pagando los impuestos. Nada es gratis”. Es sacrificio, le dije. Sí. Deberían hacerlo ustedes, contestó. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.
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¡Volvamos a ser serios!
Calificadoras del riesgo-país, bancos de inversión, organismos financieros internacionales, inversionistas extranjeros y consultoras locales nos piden volver a ser serios en nuestra disciplina fiscal tras 5 años de desorden (agujero promedio del -3,8 %/PIB). Una herencia de una deuda pública de USD 16.001 millones, 36,1 % del PIB, 99 % de aumento desde el 2018 (suba de USD 7.960 millones) con déficits fiscales, no es la carta de presentación para un país y una economía que quieren atraer el mundo. Aunque la inversión física del Gobierno sumara USD 5.337 millones (82 % para obras públicas).
Para tener una economía sana es sumamente importante que los gastos del Gobierno no se alejen mucho de los ingresos públicos destinados a cubrirlos. Que no exista un agujero (fiscal=lo que es del Estado) que lleve a caer en un endeudamiento que siempre empieza siendo pequeño –por necesidad o emergencia– y va transformándose cual bola de nieve en una gran deuda que en muchísimos casos no se puede pagar con recursos propios, llevando al país al default (cesación de pagos=no la puedo pagar), fuente de inestabilidad mayúscula que desestabiliza todo el conjunto económico, social y político de un país, teniendo Latinoamérica varios casos dramáticos, como el que está viviendo Argentina en estos momentos, solo para poner un ejemplo. Sin plata (dólares) para pagar la deuda hay que pedir auxilio externo para estabilizar la casa, acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que convierte el dolor aún más doloroso.
En el Gobierno cartista (2014-2018) el déficit fiscal (diferencia entre gastos superiores e ingresos inferiores) tuvo un promedio del -1,1 %/PIB respetando el tope o techo del -1,5 % del producto interno bruto (PIB) como máximo agujero fiscal de acuerdo con lo establecido en la ley de responsabilidad fiscal aprobada al inicio de la gestión en el 2013. Esa ley era una excelente carta de presentación o un certificado de buen comportamiento, externamente o a nivel internacional, y también a nivel local. Era la base de la estabilidad macroeconómica reconocida como el pilar principal de un país y su economía manejados responsablemente. La vuelta de la “disciplina fiscal” es un pedido, un reclamo y hasta una exigencia que realizan dentro y fuera del país. Eso ya lo sabe muy bien nuestro ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, así como el propio presidente Santiago Peña. Disciplina fiscal por el lado de los gastos y disciplina fiscal por el lado de los ingresos.
A julio de este año estamos con un déficit fiscal del -1,5 %/PIB acumulado (en 7 meses) o USD 666 millones, pero en términos anualizados (12 meses) el agujero es del -3,35 %/PIB o USD 1.487 millones de dólares. La meta que se fijó el gobierno saliente fue de un déficit del -2,3 %/PIB o USD 1.021 millones. ¿Cuál será el final? Con todas las deudas del Estado a los proveedores, imposibles de pagar en su totalidad, debiendo establecerse un bien consensuado calendario de pagos. Y ojo: sería un error endeudarse para pagar deudas, círculo peligroso. Ya nos endeudamos hasta para pagar salarios de funcionarios del Gobierno.
En el gobierno anterior tuvimos 5 años de desorden (agujero promedio del -3,8 %/PIB). Una herencia de una deuda pública de USD 16.001 millones, 36,1 % del PIB, 99 % de aumento desde el 2018 (suba de USD 7.960 millones) Con déficits fiscales fuera de un rango aceptable, no tenemos la carta de presentación para un país y una economía que quieren atraer el mundo. Aunque la inversión física del Gobierno sumara USD 5.337 millones (82 % para obras públicas).
La peor herencia que Gobierno alguno haya recibido en democracia fue la que tuvo que administrar el entonces presidente Nicanor Duarte Frutos, con un agujero real con papel y sin papel de USD 500 millones o -6,5 % del PIB. Con un default que levantar. Afortunadamente para nosotros el jefe del Equipo Económico era el maestro Dionisio Borda, que ajustó las tuercas, creando una escuela para los futuros ministros de Hacienda, y desde el 2004 hasta el 2011 tuvimos superávit fiscal. Dionisio Borda volvió con Fernando Lugo en el 2008.
Pero en el 2011 la oposición (colorados y liberales) decidieron aumentar el salario a los funcionarios públicos de una manera absurda, irresponsable y tremendamente perjudicial, en un 32 %/33 % en promedio, con aumentos de hasta el 60 % con un efecto en cadena que llevó a que en el 2012 y 2013 el pago de los salarios se comiera entre el 82 % y 86 % de los impuestos. Disciplina fiscal cero. Volvamos a ser serios, La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.