El coordinador del programa de caña de azúcar del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Crispín Arévalos, aseguró que varios productores, organizados entre sí, están logrando aumentar la productividad en al menos 40%. Explicó que el sector está iniciando con la cosecha y existen alrededor de 60.000 hectáreas en todo el país.
Como cualquier otro cultivo, la caña de azúcar sufrió el impacto de la sequía debido a que tiene la particularidad de que su ciclo de desarrollo es de un año. Según Arévalos, el menos el 30% de los cultivos fueron afectados, lo que repercutió en el rendimiento de la cosecha, y pese a eso es considerado uno de los rubros con la menor afectación en cuanto a lo que representó la condición climática pasada.
Independientemente a esa situación, el coordinador se refirió al trabajo que vienen realizando en conjunto con el sector privado y los productores con quienes armó una estrategia a fin de mejorar la productividad de los cultivos. En ese sentido, Arévalos aseguró que mejoraron en un 40% el rendimiento de los cultivos a través de la mejora en las semillas y en el tratamiento del suelo.
“Estamos haciendo un trabajo coordinado, pudimos lograr que al menos el 30% de todos los productores puedan acceder a este mecanismo que permite mejorar los cultivos en cuanto a su rendimiento. Estamos logrando que este grupo que trabaja con nosotros pueda llegar a aumentar su productividad hasta los niveles que estábamos esperando”, dijo el coordinador.
Explicó que el promedio de rendimiento a nivel nacional es de 45.000 toneladas por hectárea y a través del sistema que implementaron se prevé que alcancen las 70.000 toneladas por hectárea, lo que representa al menos el 40% de lo que se viene obteniendo en toda la historia de la caña de azúcar en el Paraguay.
Las expectativas que se manejan desde el sector son bastante amplias debido a que además de mejorar la producción en cuanto a calidad y rendimiento, se nota un aumento del 50% en las industrias. “Eso significa una gran oportunidad para los productores, tenemos que aumentar unas 10 mil hectáreas los cultivos para que podamos cumplir con ellos”, aseguró.
SOBRECOSTOS Y PÉRDIDAS
Como pasa en la mayor parte de la producción en nuestro país, el aumento en el precio del combustible genera un impacto negativo en la cosecha de caña de azúcar, lo que desde el sector vienen manejando con mucha preocupación debido a que significaría otro golpe. En ese sentido, Arévalos dijo que están teniendo sobrecostos en el traslado de productos. “Es preocupante para nosotros lo que pasa con el combustible, sabemos que afecta a todos los sectores, pero en nuestro caso lo que se está provocando es que se disminuye enormemente el margen de ganancia que estábamos manejando anteriormente, reduce al mínimo y así pone en peligro todo lo que se viene logrando durante todo el año”, apuntó. Esa complicada situación que no se puede controlar desde el país se suma a lo ya perdido durante la sequía y al riesgo que puede enfrentar el cultivo de caña de azúcar con los eventos de heladas que se aproximan durante los meses de julio y agosto.