Desde hace un año el proyecto Mi Barrio sin Residuos viene cambiando la vida de cientos de familias que trabajan como recicladoras, estas personas que día a día salían a las calles para buscar materiales que podían ser reutilizados entre la basura. Hoy, los recicladores que forman parte del proyecto llevan una mejor condición laboral, además, de que mejoraron sus ingresos.
Así lo confirmó don Francisco Javier González, quien desde hace tres años se dedica a la recolección de materiales que pueden ser reutilizados, para mantener a su familia y quien desde hace un año forma parte de Mi Barrio sin Residuos, iniciativa que le cambió la vida. “Antes yo era taxista, pero con la llegada de las plataformas de viaje digitales tuve que cambiar de trabajo”, explicó en entrevista con La Nación/Nación Media.
Resaltó que tras la llegada de las plataformas de viajes y con la pandemia comenzó la etapa crítica para los taxistas y pese a que buscaba trabajo no pudo conseguir uno acorde a lo que se desempeñaba. Entonces, tuvo que vender su taxi para mantener a su familia. “Tuve la idea de comprar un motocarro y empezar la recolección de los materiales, porque el trabajo no es deshonra”, confirmó.
Manifestó que en un principio le costó mucho porque salía todos los días a tempranas horas para iniciar su trabajo y que volvía ya en horas de la noche y muy cansado. A todo esto, se suma a que había días en que no recolectaba prácticamente nada. “El primer beneficio que me trae este proyecto es que me ahorra tiempo”, indicó.
CAMBIÓ SU VIDA
Aseguró que desde que forma parte de la iniciativa su vida cambió y que siente que se le está dando mayor importancia a este trabajo. “Yo solamente voy para retirar, las familias ya tienen separados los residuos y esa es una gran satisfacción porque ya ni siquiera tenemos que clasificar. Si me voy así nomás a buscar, tengo que tocar por la basura y no sabemos qué nos podemos encontrar, es muy insalubre”, resaltó.
Don Francisco, quien reside en el barrio San Francisco de Asunción, apuntó que recolecta una gran cantidad de residuos en dos barrios y que incluso debe volver a pasar al siguiente día para completar el servicio. “Yo vengo todo colgado y algunas veces no puedo cubrir todo en el día. Además, las personas son de muy buen corazón, en algunas ocasiones nos regalan algunas cosas que ya no usan”, puntualizó.
Afirmó que gracias a este trabajo puede mantener a su familia, los hace estudiar y hasta pueden darse algunos gustos, porque logra una buena ganancia. “Ahora gano mucho mejor que cuando era taxista y sigo siendo un trabajador independiente, que maneja su horario para acompañar a mi familia en otras actividades”.
QUE SE REPLIQUE
En otro momento, dijo que este proyecto es digno de imitar y que se debería replicar en todo el país, para que los recicladores tengan un trabajo digno y ya no se expongan al peligro en las calles o entre la basura. “Falta aún mucha conciencia de la ciudadanía y lo interesante sería que todos sean capacitados para separar los residuos, no solo para colaborar con los recolectores, sino que con el medio ambiente”, refirió.
Agregó que también falta que los recolectores den su granito de arena y que a la hora de recolectar no rompan las bolsas de basura. “Muchas casas no sacan la basura antes, porque los recicladores rompen las bolsas. Entonces lo hacen minutos antes de que pase el camión de la basura y ya no da tiempo de buscar, finalmente eso va a parar al vertedero y contamina más el ambiente”.
TODO SE RECICLA
Aunque una persona no esté dentro del proyecto, desde la casa puede empezar a separar los residuos para que el recolector del barrio pueda mejorar su condición laboral. Es así que don Francisco dio una lista de los materiales que se pueden reutilizar, entre ellos, botellas, latitas, envases de champú, desodorantes, aceite (motor y cocina), papeles (revistas, cuadernos, periódicos, entre otros).
“Incluso de electrodomésticos en desuso se pueden sacar montones de cosas como cobre, bronce y lo que queda se vende como chatarra. Así también, se reciclan envases tetra hasta los hules y ahora que ya se usan bolsas en los súper se usa mucho cartón, que podemos vender también”, manifestó.
AGRADECIMIENTO
“No quiero terminar sin antes agradecer a las familias que forman parte de Mi Barrio sin Residuos y a la fundación, que nos están ayudando bastante y mejorando nuestra condición de vida”, señaló, al mismo tiempo de instar a las demás familias a que formen parte de este proyecto de recolección y buena separación de los residuos, inscribiéndose para la próxima temporada. “A nosotros los recicladores nos ayuda bastante en cuanto al tiempo, generamos más ganancias y nos protegen en cuanto a la salud. Además, tenemos asegurados los materiales, yo solo estoy en dos barrios e incluso no puedo cubrir todo, porque mejora mi producción. Antes salía a la tarde y nunca recolecté tanto como ahora”, concluyó.
AÚN HAY TIEMPO
Aún sigue habilitada la inscripción para formar parte de Mi Barrio sin Residuos y ser una de las familias que aportan al medioambiente. Los interesados lo pueden hacer ingresando a link https://mibarriosinresiduos.com.py/ para ser uno de los elegidos. Hay tiempo de inscribirse hasta el 2 de julio, la inscripción solo se puede realizar mediante la página web, luego seleccionarán a los barrios que desde el 11 de julio recibirán el servicio
En una primera etapa el proyecto tendrá una duración de un año dentro de los barrios elegidos, para promover el fortalecimiento y la formalización de la cadena del reciclaje en Asunción y Gran Asunción. La intención de la organización es ayudar de manera digna a 260 recicladores de la capital del país, quienes trabajarán con unos 12 centros de acopio que les permitirán reutilizar los materiales recolectados y garantizar que vuelvan a las industrias.