El crecimiento económico se desacelerará dramáticamente este año; la grave sequía que está experimentando el país ha provocado una fuerte degradación de las perspectivas de crecimiento, señala el reporte mensual Latin Focus, de la consultora internacional FocusEconomics. “La alta inflación y las condiciones monetarias más estrictas pesarán aún más en el impulso. Los fenómenos meteorológicos extremos, la intensificación de la guerra en Ucrania y la inestabilidad en Argentina y Brasil son riesgos clave”, agregan.
Los panelistas de FocusEconomics prevén que la economía se expanda un 0,9% en 2022, lo que no cambia con respecto a la estimación del mes pasado, y un 4,2% en 2023. En ese sentido, resalta que la economía tuvo un mal comienzo de año. Tras un tibio crecimiento en enero, la actividad se contrajo más de un 5% interanual entre febrero y abril, en medio de una menor producción de soja como resultado de la sequía, alega.
Además, es probable que una tasa de desempleo mucho más alta en el primer trimestre, una inflación de dos dígitos y un sentimiento tibio de los consumidores hayan afectado el gasto de los hogares, mencionan los analistas. Estos factores compensan con creces el impulso de la eliminación de prácticamente todas las restricciones de covid-19 restantes en febrero y el fuerte crecimiento del crédito hasta abril. “A mediados de mayo, S&P Global Ratings obtuvo su calificación ‘BB’ a pesar del impacto económico adverso de la sequía, citando prudencia fiscal y sólidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo”, agrega.
En otras noticias, el Gobierno anunció recientemente un aumento del salario mínimo del 11,4%. Si bien esto debería brindar apoyo al gasto a corto plazo, la medida también podría ser inflacionaria, menciona el informe divulgado por la consultora.
OTRAS PROYECCIONES
Por otro lado, recientemente el mercado interno mantuvo su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para este 2022 y el 2023. El mes pasado, los agentes económicos esperaban una expansión del PIB del 0,2%, en línea con la estimación oficial del BCP, y del 4% para el año que viene, cifras que se mantuvieron sin cambio en sus pronósticos de junio.
Las proyecciones fueron recortadas recientemente por todos los organismos internacionales, así como por las consultoras locales, que tienen un pronóstico más reservado, esperando una retracción económica para este año. Se espera incluso, en el escenario negativo, una caída de hasta 1,8% del PIB para este año, mientras otros estiman un leve crecimiento, pese a los datos.