La comida no es inocente, detrás de cada plato hay mucha cultura e historia que busca ser contada. Hay sabores y aromas que nos recuerdan de dónde venimos y probablemente hacia dónde vamos, eso explica por qué somos tan celosos de los mismos y por qué los extrañamos tanto cuando estamos afuera. La comida es parte de nuestra identidad, es lo que somos.
“Desde Pilsen hemos buscado constantemente despertar el orgullo en los paraguayos, es por eso que, para celebrar nuestra independencia nos apoyamos en aquellos sabores que nos unen y al mismo tiempo nos hacen únicos e independientes”, indicaron. En el Día de la Independencia, Pilsen presentó “Recetas de nuestro orgullo”, una idea que invitó a todos los paraguayos a celebrar un día tan importante desde aquello que nos une, el sabor de nuestras raíces.
Seleccionaron algunos de los platos más representantivos de la gastronomía popular paraguaya y los llevaron a París, una ciudad ícono de la gastronomía, para compartir lo mejor de nosotros con el mundo. “Compilamos recetas y sabores de los lugares más emblemáticos del Paraguay y los exportamos a Francia, buscando que los paraguayos residentes en ese país se sientan un poco más cerca de casa y que los locales disfruten de aquello que tanto nos caracteriza: 1) chipa de María Ana, una de las chiperías más emblemáticas del país que además de una receta única tiene una historia de sacrificio y persistencia; 2) empanada de carne de Areco, un bar que hace más de 50 años mantiene el mismo sabor de sus empanadas y que los hace únicos; 3) sopa paraguaya de Ña Virginia, un plato que no podía faltar y que viajó con un bagaje de tradición de una receta que es compartida en famila de generación en generación; 4) vorivori de Tía Techa, un caldo que muchos dicen que “cura el alma” mediante su sabor casero y que te hace sentir como en casa desde 1985 y 5) mbeju 4 quesos y empanada de mandioca de Ña Eustaquia, dos platos que nos caracterizan como paraguayos que han ido de la mano de un restaurante que supo adaptar la gastronomía paraguaya a los tiempos modernos”, explicaron.
La acción se complementó con una alianza estratégica con el restaurante Passion Guaraní, ubicado en el corazón de la capital francesa, quienes cumplieron el rol casi diplomático de todas estas recetas y ayudaron a hacer que estos sabores pudieran ser compartidos con el mundo gracias a sus manos y su cocina. De la mano de ellos, en la mañana del 14 de mayo se ofrecieron las comidas típicas acompañadas de una Pilsen, para celebrar y generar orgullo a todos los paraguayos. La acción se llevó a cabo en un barco ubicado en el río Sena frente a la torre Eiffel, uno de los lugares más icónicos de París.
La convocatoria se realizó gracias al apoyo de la Embajada paraguaya en Francia, y reunió a más de 200 paraguayos residentes en París. Además, se extendió la invitación a referentes de la gastronomía francesa a pasar por el puesto de comidas, así los paladares más exigentes del mundo han podido opinar acerca de la cocina paraguaya. Una acción que ha hecho que muchos paraguayos sientan orgullo desde aquello que les pertenece y que a muchos los hace sentir como en casa.
“Desde Pilsen, como marca país, siempre buscamos visibilizar lo positivo del país en conjunto con la ciudadanía y demostrar que todo lo que se hace en Paraguay puede ser de calidad internacional”, sostuvo Cecilia Rojas, brand manager de Pilsen.
Para contar el hito del Día de la Independencia, se documentó todo el proceso a través de un videocaso con la acción resumida y musicalizado por el grupo Kitapena.