La situación económica se torna cada vez más difícil en Paraguay tras los primeros cuatro meses del 2022, donde los datos a corto plazo indican un escenario desalentador con resultados negativos. A este panorama se le suma el resultado del Índice de Confianza del Consumidor, que se mantuvo en zona de pesimismo en abril por segundo mes consecutivo (escala de 1 a 100: de 1 a 49, zona de retracción; 50, zona neutral o de expansión, y 51 a 100, zona de optimismo).
Así lo indica el informe presentado recientemente por el Banco Central del Paraguay (BCP), que al mirar sus componentes, señala que en abril del 2022, el Índice de Expectativas Económicas (IEE) mantuvo prácticamente el mismo nivel registrado en el mes de marzo del 2022 (60,9) y se incrementó comparado con abril del 2021, manteniéndose claramente en zona de optimismo.
En cuanto a la situación actual de los consumidores que se refleja en el Índice de Situación Económica (ISE), mostró un comportamiento similar al del IEE, manteniéndose en los mismos niveles con respecto al mes anterior e incrementándose en relación con el mes de abril del 2021. El ISE permanece en zona de pesimismo (30,7).
SITUACIÓN SANITARIA
Miguel Mora, economista jefe del BCP, explicó que la cuestión sanitaria fue un tema muy relevante principalmente desde el año pasado, recordando que el ICC en abril del 2021 alcanzó los niveles más bajos, lo que estaba asociado a la pandemia y los contagios. Posteriormente, con la llegada de la vacuna hubo una mejoría, con un pico máximo en enero del 2022 en zona de expansión, en niveles de 56.
“Un poco de eso recoge también la actividad económica, de la mano de las mejores perspectivas sanitarias, que mostraba una recuperación bastante importante. Justamente el crecimiento económico se concluyó en un 4,2%, pero también se debe tener en cuenta que, paralelamente a eso, la inflación también estaba subiendo. Ese punto, junto a la sequía del primer trimestre del 2021, afectó a la actividad y eso preocupa a las familias y a los hogares”, argumentó.
INFLACIÓN
En ese sentido, afirmó que la confianza guarda relación con la inflación, donde principalmente tiene que ver con el encarecimiento anual del 11,8%. Los rubros más afectados son los combustibles (53,3%) y alimentos (19,8%), sectores donde las familias hacen gastos importantes, por lo que está afectando a la confianza, más que el sector sanitario.