Trabajadores de ole­rías de Tobatí, en Cordillera, manifes­taron que el sector está en cri­sis debido al alto costo de la materia prima para elaborar ladrillos, además los precios de venta se mantienen bas­tante bajos, lo que deja al sec­tor sin margen de ganancia.

Raúl Noguera (42), olero de la ciudad, comentó que se acer­can momentos bastante com­plicados por el incremento de la materia prima y agregó que los cierres de ruta y el aumento en el precio del com­bustible provocaron efectos negativos de los cuales no se pueden recuperar.

“Todo paró en ese momento. El aumento del combustible y los cierres de ruta hicie­ron que los lugares de donde traemos la materia prima parasen y no pudimos tra­bajar. El traslado tanto de la arcilla como de la leña está mucho más caro”, señaló.

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Y más, sostuvo que al con­trario de la condición de suba de las materias pri­mas, el producto cada vez baja más de precio, dejando a todo el sector sin margen de ganancia, por lo que muchos tuvieron que cerrar. Si bien son ellos los que determi­nan los precios de los ladri­llos, señaló que existe un apriete de parte de los pro­pios camioneros que desva­lorizan el producto en esa zona del país.

“Esta es la base del trabajo, todo lo que es el trabajo se mueve con esto. Casi el 80% de los costos subieron y ahora si trabajás en esto, ya no hay ganancia. Nunca sentimos un golpe tan duro. Estamos esperando que suba un poco el precio de nuestros pro­ductos. Necesitamos que el Gobierno le dé promoción a lo que hacemos”, dijo Noguera.

La producción de ladrillos es la principal fuente de ingreso en Tobatí, por lo que existe una gran preocupación en la zona. La crisis ocasionó que varias pequeñas olerías ten­gan que cerrar debido a que no podían soportar el aumento sostenido en los costos y el bajo precio de venta a la que tienen acceso todos los pro­ductores.

REDUCCIÓN DE PERSONAL

Sebastián Santacruz, encar­gado de una olería ubicada en la entrada a la ciudad, señaló que si bien en su caso siguen trabajando, tuvie­ron que reducir personal en un 50%, lo que genera a su vez una baja importante en la producción. Explicó que los trabajadores que siguen manteniendo sus puestos tuvieron que trabajar más horas y hacer doble trabajo para poder sostener las empresas.

“Teníamos 17 a 18 personales y ahora solo estamos con 9, la mitad nomás mantenemos porque es difícil con el tema del pago. Un personal que diariamente viene a traba­jar sí o sí pasa los G. 400 mil y es demasiado. Eso afecta también la producción que tenemos, nosotros teníamos un corte de 28.000 semanal, ahora solo tenemos 15.000 semanal, está muy compli­cada la situación”, dijo.

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