El sector se encuentra en una situación bastante crítica, no solo teniendo en cuenta los últimos dos años como consecuencia de la pandemia, sino por el contrabando galopante que se puede percibir en nuestro país, además de la actual inestabilidad política, expresó Luis Tavella, vicepresidente de la Asociación de Mipymes del Paraguay (Asomipymes).
Agregó que desde el gremio pensaban que este sería el año de la reactivación económica o, por lo menos, así se perfilaba con base en el último trimestre del año pasado. Sin embargo, este año se empezó a tener un aumento en la inflación, una baja en la producción de commodities por efectos de la sequía, además de la guerra entre Rusia y Ucrania que provocó el aumento de los precios del combustible, lo cual trajo mayor inflación.
“UN AÑO MUY DIFÍCIL”
Refirió que, aparte de todos estos factores, “se observa en nuestras propias calles, a los ojos de todos, un contrabando galopante, abierto, permitido, a la luz de las autoridades, lo cual va produciendo una mayor recesión e inflación, de manera que si continúan así las cosas, lastimosamente, todo indica que este va a ser un año muy difícil”, sentenció.
Refiriéndose a las deudas contraídas por el sector que representa con el Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy), recordó que los créditos se habían otorgado en el 2020 y tenían un período de gracia de un año para ser cancelados. “Luego, en el 2021, se otorgó un año extra de gracia a los mismos, mediante la ley de emergencia por la pandemia, pero entre los meses de mayo, junio y julio de este año ya están venciendo estas deudas, y no hay forma de pagarlas, porque la economía no se reactiva”, lamentó.
Explicó que la razón detrás de la situación actual de su sector se debe principalmente a que dentro de una economía de libre mercado como la nuestra, la microeconomía es la última que se reactiva luego de una recesión.