La sequía afectó con fuerza a Sudamérica, principalmente a Paraguay y a sus grandes vecinos. La producción local de soja se estima caerá 60% y eso provocará graves problemas, uno de ellos será el menor ingreso de divisas por las exportaciones. En ese marco, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), por sus siglas en inglés, recortó la proyección para Paraguay y prevé que se exporten menos granos.
USDA señala que Paraguay exportará, por una menor producción de soja, 700 mil toneladas menos en esta campaña 2021/2022, llegando así a enviar en total 2,9 millones de toneladas, desde las 3,6 millones previstas el mes anterior. Por otro lado, prevé merma de 200 mil toneladas de harina de soja y de 55 mil toneladas de aceite de soja en la misma campaña.
En cuanto a la producción, este mes USDA no incluyó a Paraguay, por lo que queda igual que su estimación en marzo, cuando proyectaba que produciría solo 5,3 millones de toneladas, de las 6,3 millones estimadas en febrero pasado, lo que supuso un recorte de 1 millón de toneladas.
SEQUÍA EN AMÉRICA DEL SUR
En ese marco, el organismo menciona en su reporte mensual que la producción mundial de semillas oleaginosas disminuyó marginalmente a medida que la sequía en América del Sur continúa bajando la producción de soja por cuarto mes consecutivo, compensando con creces las pequeñas ganancias en palma producción de granos en Indonesia y Malasia.
El comercio mundial se recorta por las menores exportaciones de soja de Brasil, Paraguay, Rusia y Ucrania, y semillas de girasol reducidas de Rusia, Kazajistán y Ucrania. Estos cambios compensaron con creces las ganancias de las exportaciones de soja de EEUU.
La proyección global se recorta por una menor producción de soja en China y Paraguay a pesar de las ganancias en Brasil, agrega USDA. Además, el aplastamiento de semillas de girasol cortado en Ucrania compensa con creces los aumentos en Argentina y la UE.
Las existencias finales globales se impulsan en mayores existencias de semillas de girasol en Ucrania y de soja en Brasil y Rusia, que compensaron las menores existencias de soja de Argentina y EEUU.