El Banco Central de Paraguay (BCP) divulgó que las remesas internacionales que recibe Paraguay desde el extranjero mantuvieron una caída desde el inicio de la pandemia en la primavera del 2020, por lo que su aportación a la economía ha disminuido una décima parte. El dato llama la atención pues es contrario al crecimiento mundial en el envío de remesas, que aumentó 7,3%, según el Banco Mundial. Al cierre del ciclo anual 2019, el Paraguay recibió US$ 546 millones enviados por paraguayos residentes en el extranjero a sus familias, pero dos años después, al concluir el 2021, únicamente fueron enviados a este país US$ 487 millones de familiares migrantes. Eso representa una disminución del 10,8% durante la pandemia y eso impacta al 15% de la población más pobre.
Un reporte internacional del portal Crónica de México, con base en análisis de las transacciones a Paraguay, señala que, aunque la totalidad de las remesas representa menos del 2% de los US$ 35 mil millones que constituyen el producto interno bruto (PIB) paraguayo, su impacto social es importante porque beneficia a un millón de mujeres y hombres que pertenecen al 15% de los estratos más vulnerables y empobrecidos del país, de acuerdo con la organización no gubernamental chilena Latinobarómetro. “El efecto económico de las remesas está poco documentado por los propios paraguayos y lo que se conoce de sus efectos proviene de estudios realizados por investigadores de sus dos países vecinos: Argentina y Chile”, menciona el análisis.
En el 2016 se presentó una investigación amplia que documentó la importancia de las remesas entre la población más pobre de Paraguay. Mediante entrevistas y visitas de campo, se registró que el dinero de las remesas es utilizado para gastos de subsistencia y consumo de las familias. También se documentó que hay comunidades que tradicionalmente son expulsoras de migrantes y, por lo tanto, las que más dependen de las remesas. En muy pocos casos los euros o dólares que llegan desde el extranjero son usados para inversión o creación de negocios o fuentes de empleo, como documentó el investigador Sebastián Gómez, de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
La causa del descenso en el envío de dinero a Paraguay no viene de una pérdida de arraigo de los migrantes, sino de las dificultades económicas que experimentan los países donde ellos trabajan y desde los cuáles envían euros o dólares, señala el análisis de Crónica de México.