En el primer mes del 2022 se han procesado 140.400 toneladas de oleaginosas, una leve mejoría en relación con el promedio de los últimos 5 años para este período. Sin embargo, este valor debe ser analizado en el contexto adecuado ya que la situación actual para la cadena de valor agroindustrial está muy lejos de ser favorable.
La importante sequía que viene afectando al país en los últimos meses repercutió de manera muy negativa en el cultivo de la principal oleaginosa del país, la soja, en cuya producción se observa un quiebre que llegaría al 60% en relación con lo conseguido el año pasado.
En este contexto, a pesar del número aparentemente positivo con que se inicia el año, se puede esperar una reducción muy significativa en el volumen de molienda que tendrán las industrias en este 2022. Considerando las últimas estimaciones de cosecha, se espera que las agroindustrias cuenten con materia prima disponible para procesar en condiciones relativamente normales hasta finales del primer semestre, viéndose obligadas a dejar de trabajar a partir del segundo.
APROVECHAMIENTO DEL 40%
Las 140.717 toneladas de soja que se procesaron en el primer mes del año representan un aprovechamiento del 40% de la capacidad instalada disponible, una mejoría en relación con lo conseguido en este período en el promedio de los últimos 5 años. Considerando las expectativas que se tienen sobre la limitada posibilidad de molienda, debido a las pérdidas en la producción nacional, causadas por la sequía, este porcentaje resulta relativamente elevado para el período del año.
Este indicador podría mejorar incluso (en la comparación interanual) en los próximos meses, pero la tendencia, pensando para todo el año, es la reducción en el porcentaje de utilización de la capacidad industrial por el desabastecimiento de materias primas agrícolas en las fábricas, que se debería sentir de manera muy fuerte principalmente desde el mes de julio.