Los distintos sectores productivos, comerciales e industriales vienen denunciando los hechos de contrabando. Lo que no se tiene en cuenta, en especial cuando se trata del rubro alimenticio, son las condiciones insalubres en las que llegan y se distribuyen a nivel nacional para su consumo directo.
Prueba de ello es la reciente incautación del miércoles por la tarde, de unas 2,5 toneladas de queso que ingresaron presumiblemente bajo este esquema informal desde el territorio argentino, pues los productos no contaban con ningún registro sanitario ni documentación alguna. El hecho se registró en el barrio San Salvador de la ciudad de Limpio, en una vivienda allanada donde se evidenció que los quesos de distintas marcas y de procedencia argentina estaban refrigerados insalubremente, específicamente unos 2.468 kilogramos, por valor de G. 120 millones, según datos de la Fiscalía.
Desde la Cámara Paraguaya de Industrias Lácteas (Capainlac) ya habían denunciado este tipo de hechos en reiteradas ocasiones, que además de provocar una menor demanda del consumo de productos nacionales, perjudicando a la cadena en especial a los pequeños productores y tamberos, atenta contra la salud humana.