El encierro debido a la pandemia por covid-19 obligó a cerrar a muchos comercios gastronómicos, mientras que otros se aferraron al servicio de delivery para mantenerse en pie. Lo que en principio fue una medida paliativa, hoy se convirtió en un nuevo modelo de ventas que llegó para quedarse.
Cuando en 2009 Santa Pereira abrió junto con sus padres un negocio de hamburguesas y lomitos en Encarnación nunca imaginó que una pandemia podría tirar por la borda el trabajo construido en 12 años, y mucho menos que una aplicación de delivery online les devolvería la esperanza de continuar. “Estaba muy desanimada porque no nos quedaba otra que cerrar, no había ventas”, recuerda Santa sobre el momento más duro en la historia de su local: Elías Burger.
En medio de la incertidumbre, un vendedor de PedidosYa le mostró las ventajas de sumarse a la plataforma. Pese a su desaliento, confió en el funcionamiento del servicio y volcó su última cuota de esperanza en la compañía. “Desde que hicimos la activación, el pos - máquina a través de la cual se reciben los pedidos - nunca más dejó de sonar”, comenta. Y agrega: “Se convirtió en un herramienta indispensable para el negocio”.
Hoy, Elías Burger recibe alrededor de 150 pedidos por día a través de la aplicación, dándoles el ingreso adicional que estaban necesitando: “En 12 años, nunca vendimos tanto como lo hacemos ahora con el servicio de PedidosYa”, asegura. A su alrededor desacreditaban el uso de la plataforma, pero Santa decidió tomar el riesgo y los resultados le dieron la razón con el tiempo. “El día en que mi papá fue a cobrar por primera vez no podía creer lo que habíamos recaudado”, cuenta emocionada. “Y es que durante la primera semana todo lo que ingresaba se iba, teníamos que prestar plata para continuar con las ventas. Estuvimos a punto de cerrar el local. Si no hubiese sido por PedidosYa, no estaríamos ahora trabajando”, añade.
Un impulso
Elías Burger, que empezó como un local de comida callejera y con los años se consolidó como un negocio físico en una de las avenidas más importantes de Encarnación, apostó por la venta de comida online tras su explosión en la pandemia. La aplicación, además de evitar el cierre de su negocio en plena crisis, les devolvió su local físico (al que habían tenido que renunciar por los costos) y al mismo tiempo la posibilidad de expandir sus servicios: abrieron una sucursal y Santa, aparte, lanzó cuatro emprendimientos gastronómicos virtuales (dos del mismo nombre, Elías Burger Menú y Chicken).
Desde el boom del servicio online, incentivan a sus clientes al uso de la plataforma y realizan varias promociones, manteniendo siempre la calidad de sus productos como desde el primer día. La burger más pedida es la triple classic, hecha al instante y de forma casera como todo en el menú. “Queremos ampliar la carta a futuro, pero ahora nos estamos enfocando en hermosear el local para que la gente pueda disfrutarlo”, revela.
Cuando hace 12 años inició el negocio con sus padres, Santa tenía apenas 17 años. Recuerda que no tenían muchos recursos pero que se las ingeniaban para que funcione. “Al comienzo, atendíamos con mi mamá en la vereda. Con una fila de autos a la espera, corría hasta la ventanilla de cada uno y luego regresaba a la plancha para cocinar el pedido”, declara. Hoy, esa fila de autos es una hilera de pedidos que llegan a través de la aplicación y el pos que no deja de sonar es la señal de que el negocio seguirá funcionando como esperan.