La consultora internacional FocusEconomics prevé que la economía de Paraguay crecerá a un ritmo más moderado en este 2022, tras la fuerte recuperación proyectada para el año 2021. Sin embargo, la desaceleración se debe en parte a un efecto base menos favorable, y el sólido gasto público y privado seguirá apoyando la actividad.
Por otro lado, mencionan que la deuda externa bastante elevada, la persistente incertidumbre sobre la pandemia y los fenómenos meteorológicos extremos son riesgos para las perspectivas. Los panelistas de FocusEconomics prevén que la economía se expandirá un 3,6% en el 2022, que no ha cambiado con respecto a la estimación del mes pasado, y un 4,0% en el 2023.
La actividad se expandió en términos anuales en julio-setiembre, aunque a un ritmo más suave que en el segundo trimestre, ya que el efecto base de apoyo se atenuó gradualmente. Mientras tanto, las importaciones de bienes crecieron a un ritmo más rápido en promedio en el tercer trimestre que en el segundo, lo que indica una dinámica de demanda interna más saludable.
Además, el crédito a los hogares continuó expandiéndose en el tercer trimestre, lo que probablemente sostuvo el gasto privado en el período. Sin embargo, las crecientes presiones sobre los precios en el tercer trimestre y al comienzo del cuarto trimestre probablemente limitaron la mejora general. En tanto, el 30 de noviembre, Fitch Ratings ratificó la calificación ‘BB +’ del país con perspectiva estable, menciona.
En general, Latin Focus menciona que en este 2022, el crecimiento del PIB regional experimentará una desaceleración significativa debido a un efecto de base menos favorable y aumentos más suaves de la demanda interna y externa, así como a una cierta normalización en las posiciones de las políticas fiscal y monetaria. Dicho esto, la incertidumbre política y relacionada con la pandemia seguirá siendo alta, principalmente debido a las nuevas variantes del covid-19 y las elecciones en algunos países.
Las perspectivas económicas para el 2022 son alentadoras para el Paraguay y se espera no solo una inflación más controlada y un Presupuesto General de la Nación (PGN) 2022 manejable, sino también un buen año agrícola, según las conclusiones que arrojaron el debate organizado por Desarrollo en Democracia (Dende).
No obstante, el panorama se ve algo desafiante considerando lo que puede dejar la negociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, así como también se destaca las escasas posibilidades de concretar reformas en lo que resta el Gobierno, teniendo en cuenta las condiciones políticas.
En su última emisión del año, Perspectivas Económicas Dende 2022 reunió a los economistas y ex ministros de Hacienda, Manuel Ferreira y César Barreto, para cerrar el presente ciclo con un análisis sobre la inflación mundial, la crisis logística, el tipo de cambio, la situación de Argentina, Brasil y su recesión y el impacto de toda esta situación en Paraguay.
Ambos expertos coincidieron en que, si bien se prevé un menor precio por los commodities, el buen año agrícola esperado permite augurar una perspectiva favorable en la economía paraguaya. Para el 2022, estiman un crecimiento económico del 3,5%, una inflación del 5% y un dólar entre G. 6.900 y G. 7.100. En tanto, para el cierre de este año, prevén un crecimiento de 4,5%, una inflación del 7% y un dólar de entre G. 6.800 y G. 6.900.
En ese sentido, Manuel Ferreira dijo que Brasil se está empezando a recuperar e inclusive tiene un proceso superior a la recuperación mostrada por la Argentina.
“Somos una isla con cierto nivel de certidumbre en la región, más allá de los problemas que podamos tener. Argentina está con problemas, Venezuela ni qué decir, Colombia está con problemas, Perú, Chile, Bolivia, Brasil están con problemas y Paraguay se empieza a volver dentro de todo una suerte de isla de mayor previsibilidad. Hay gente que está viniendo, que está migrando para invertir, para trabajar. Estamos empezando a ver en Paraguay inversiones de nivel insospechados anteriormente”, afirmó.
Ferreira agregó que hay mucho espacio por crecer en materia de inversión, no solo pública sino también privada, y señaló que el país tiene mucho por hacer en el sector de agua, con concesiones a través de la Essap, o de electricidad, principalmente de trasmisión de energía.
Entretanto, César Barreto manifestó que la donación de vacunas al país por parte de Estados Unidos fue fundamental para la recuperación de la economía y para las perspectivas para 2022. Explicó que los proyectos inmobiliarios muestran un repunte fuerte, por inversiones del exterior y de productores agrícolas, que ya no tienen para ampliar su cultivo como años anteriores, lo cual también se traduce en un crecimiento del empleo.
Para Barreto, la situación electoral en Brasil sumado a su situación fiscal, puede tener un impacto en la zona fronteriza del país. A ello agregó que la oferta crediticia va a seguir siendo importante, a pesar de la decisión sobre las tasas que tome el Banco Central del Paraguay (BCP), mientras que la inflación se va a reducir por presión de los commodities y con un tipo de cambio fortalecido, pero estable.
Perspectivas Económicas Dende 2022 reunió a los economistas y ex ministros de Hacienda, Manuel Ferreira y César Barreto. Foto: Gentileza.
PGN 2022
Sobre el presupuesto para el 2022, Barreto indicó que todo apunta a que será manejable, y que será posible sostener la inflación en términos nominales con un déficit fiscal del 3%.
Sobre Itaipú, consideró que desde el punto de vista fiscal no hay forma de que las rentas lleguen al Ministerio de Hacienda en el 2022, y recién se puede considerar esos fondos desde el 2025 en adelante. Indicó que se debe mantener la tarifa hasta que se logre renegociar el Anexo C y consideró llamativo que se haya hablado de tilapias al término de la reunión de los presidentes de Brasil y Paraguay.
“En general veo un optimismo moderado (para 2022). Creo que hay más desafíos que oportunidades probablemente, porque vamos a pasar a la etapa de la resaca general en el mundo y a nivel local porque hay que corregir los desequilibrios que tuvimos que crear en los últimos dos años y eso impone ciertas restricciones al dinamismo en general, pero no veo que va a ser un año malo. Veo un año relativamente bueno, pero desafiante”, apuntó.
Por su parte, Yan Speranza manifestó que en la política fiscal hay una contaminación política mucho mayor y hay preocupaciones más estructurales que pareciera ser que no se analizarán aún y que se irán acumulando, como el déficit de la caja fiscal.
Finalmente, Alberto Acosta Garbarino, titular de Dende, dijo que Paraguay necesita tener este tipo de espacios, que sean de formación e información y permitan a la ciudadanía participar de los temas de políticas públicas en el país.