Por Juan Carlos Dos Santos, juancarlos.dossantos@gruponacion.com.py
La majestuosa Exposición Universal Dubái 2020, en los Emiratos Árabes Unidos y que fuera postergada para este año a causa de la pandemia del covid-19, recibe a miles de visitantes a diario, la mayor parte de ellos turistas que llegan hasta el lugar construido a un costo de US$ 7 mil millones. Se estima que diariamente ingresan al recinto de varios kilómetros cuadrados de extensión cerca de 150 mil personas, siendo poco más de 300 mil la capacidad máxima que puede albergar al mismo tiempo y para el final de la muestra, en marzo del 2022, se estima que más de 25 millones de visitantes de todas partes del mundo habrá ingresado al lugar.
Más de 200 países y organizaciones presentan lo mejor de su potencial en una gigantesca y fastuosa muestra mundial, la primera en el Medio Oriente, inaugurada -el 1 de octubre pasado y hasta donde llegó el Grupo Nación para descubrir y mostrar parte del evento más grande jamás visto en esta parte del mundo, tal como se lo propusieron los emiratíes. La exposición es una gigantesca ventana al mundo, sobre todo para países como el nuestro que no es muy conocido en otras latitudes. El pabellón de Paraguay se encuentra muy bien ubicado, a pocos metros de la avenida principal que conecta la entrada con la plaza Al Wasl, el corazón de la Expo Dubái 2020.
Una ingeniosa idea lleva a los visitantes, sobre todo niños y miles no tan niños, a competir consigo mismo, tratando de visitar la mayor cantidad de países, sellando un “pasaporte” entregado a cada visitante. Los 4,38 km² de extensión de toda la Expo hace humanamente imposible recorrerla toda en una sola jornada, sobre todo porque las visitas a los pabellones se extienden por varios minutos y hasta horas, dependiendo de la cantidad de personas aguardando para ingresar y del recorrido o actividad que se desarrolle dentro de cada recinto, además de las casi obligatorias tomas fotográficas y preguntas que hacen los visitantes.
Ya antes de ingresar al sitio de Paraguay, una blanca hamaca paraguaya invita a reposar unos segundos, antes de sumergirse en una laberinto de imágenes en alta calidad de paisajes del país, relacionados a su fauna, sus selvas, los recursos hídricos, las hidroeléctricas o las reducciones jesuíticas. El pabellón está además decorado con obras de renombrados artistas compatriotas, siendo el mural realizado con semillas y arenas del desierto por Koki Ruiz, lo que más llama la atención, sobre todo al visitante que se acerca para descubrir los materiales que la componen.
Y así quienes ingresan al sitio destinado a nuestro país se sumergen en imágenes de selvas, jaguarete, ríos y cascadas, acompañados por la suave guarania que suena melancólica dando un ambiente muy paraguayo al lugar. Cerca de 50 mil visitantes ya pasaron por el lugar donde se logra que personas de todas partes del mundo tengan una mejor idea en varios aspectos que hacen a nuestro país y a la salida del pabellón, el sello del “pasaporte” despide a los visitantes mientras estos intercambian miradas entre su mapa de itinerario y las fotos aéreas de las reducciones jesuíticas.