Se acerca fin de año y los agricultores de distintos rubros se preparan para comercializar sus productos después de casi dos años de dura recesión económica debido a la pandemia. “La diversificación de productos es notable. Los agricultores preparan maíz, mandioca, poroto, leche, frutas y verduras para la venta. Todos están cerrando negocios con buenos precios. La economía está más dinámica este fin de año”, reportó el ingeniero Manuel Ocampos, asesor agrícola de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Irma Leguizamón, agricultora y una de las fundadoras de la Asociación San Pedro II, manifestó que los socios venden mandioca y maíz a las acopiadoras, también leche a la industria láctea La Fortuna y hortalizas y queso al Mercado de Abasto. “A través de alianzas pudimos tener varias oportunidades de comercialización. La UGP fue actor clave en nuestro crecimiento, mediante ella pudimos conseguir un camión propio para transportar la producción de todos los socios”, comentó. Gregorio Ocampos, horticultor de Caaguazú, manifestó que la demanda de tomates y otros verdeos sube a fin de año, pero que de igual forma los precios que perciben están muy por debajo de los requeridos. “Tenemos un precio de G. 2.000 el kilo de tomate en finca y no podemos vender. Está un poco fea la situación debido al contrabando y demás. En mi opinión, ganábamos mejor en plena pandemia, ya que la frontera estaba cerrada y se controlaba el contrabando”, opinó.
PILAR
Recientemente se realizó la Feria Añuã de la Agricultura Familiar, productos frescos directamente de la finca familiar a la mesa del consumidor, sin intermediarios en la ciudad de Pilar, en Ñeembucú. El MAG, que apoya dichos emprendimientos de manera logística, informó que la recaudación fue de G. 57.586.500. La actividad se realizó en la Plaza de los Héroes y de la misma participaron 57 comités de 13 distritos, beneficiando directamente a 650 familias rurales del departamento.