Preocupados ante la posibilidad de que el ciclo político repercuta en el PGN 2022 –y torne más difícil el control de la inflación–, economistas advirtieron que “si bien la política monetaria cumple un rol importante en el control de la suba de precios, si esta no es acompañada por una política fiscal responsable podría haber problemas para controlar la inflación”, informó ayer la Agencia IP.
Para hablar sobre el crecimiento de la inflación en Paraguay y en el mundo, Desarrollo en Democracia (Dende) juntó a los doctores en Economía Verónica Serafini y Carlos Carvallo Spalding, quienes coincidieron en que si bien los países tienen un rebrote inflacionario por la pandemia, en Paraguay hay problemas estructurales, de corto y mediano plazo, que deben resolverse para volver a los índices anteriores.
Según Carvallo, la inflación había dejado de ser un fenómeno preocupante en la economía paraguaya, pero tras la pandemia comenzó a experimentar problemas que no son transitorios, por lo que es necesario tomar decisiones que ayuden a corregir la situación. “No funciona el control de precios, represiones de cantidad, no funcionan este tipo de políticas, sino más bien tener un Banco Central independiente y creíble que lleve una política monetaria consistente con la realidad económica que se vive”. Agregó que “este es un año bisagra. Aquí es cuando podemos converger adecuadamente o donde de alguna manera podemos perder el ancla fiscal”. Insistió en que el peligro más grande es cómo sale el PGN del Congreso, por lo que es necesario que el plan de gastos estatal sea más respetado.
Para Verónica Serafini, la inflación de alimentos se arrastra desde el 2006, sobre todo de frutas y verduras. Dijo que no es un problema coyuntural e indicó que se lo debe enfrentar porque es resultado de una pérdida de capacidad de la agricultura familiar de generar alimentos, donde la matriz productiva cambió y se importan más alimentos.
Sugirió que no haya asimetrías de información en el mercado, que no haya abuso de poder de intermediarios y que haya mejores caminos rurales. “El Estado tiene una mala política agropecuaria que no está sirviendo para producir más”, opinó.