Al segundo trimestre del año 2021 el des­empleo a nivel país aumentó 0,5 punto porcen­tual (p.p) (8,1% a 8,6%) con relación al primer trimestre del año en curso, reflejando los efectos de la difícil situa­ción sanitaria, de acuerdo con los datos del Instituto Nacio­nal de Estadística (INE).

Analizando por género las mujeres desempleadas son 177.119 lo que representa 11,2%, mientras que el número de hombres desem­pleados es 141.865, con una tasa de 6,6%, reflejando así el mayor efecto de la pande­mia en el primer grupo men­cionado.

En los últimos años, el des­empleo de las mujeres fue superior al de los hombres, señalando la desigualdad en el acceso al mercado labo­ral. Además, la proporción de las mujeres inactivas es superior y se ubica en 39,9%, lo que se debería en parte a que su rol es vinculado al cuidado de la casa y de los hijos quedando así excluidas del mercado laboral.

“Se necesitan de esfuerzos y medidas coordinadas por parte de las autoridades que permitan el ingreso de las mujeres al mercado laboral, y potenciar así su aporte a un mayor crecimiento eco­nómico al país”, señala el análisis de la consultora local Mentu.

La tasa de desempleo no solo es mayor a la del trimestre pasado, sino es la más alta en años, siendo superior inclusive a las cifras regis­tradas en las condiciones del pasado año dada la cua­rentena.

En el aumento de dicha tasa, la mayor incidencia la tuvo el desempleo femenino, que se incrementó en 1 pp, lo cual refleja la necesidad de trabajar en políticas de empleo más inclusivas para el sector, que está teniendo dificultades en insertarse al mercado laboral, pese a la mejora en la situación sanitaria, según el análi­sis. Por otro lado, en base a los datos de Empleos en el segundo trimestre del 2021, resaltaron la baja calidad en los nuevos puestos laborales generados.

El ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), el economista Carlos Fer­nández Valdovinos, dijo que, lo feo del informe es sobre la calidad de los nue­vos puestos laborales, que deja mucho que desear, ya que se observa una mar­cada precarización de los mismos. Básicamente, el 85% de los nuevos empleos (i.e. aumento respecto a un año atrás) son en el mercado informal.

El análisis por zona demuestra que el mayor incremento de la desocupación se dio en las zonas urba­nas, hecho que se verifica en el tipo de empleo, donde los sectores secundario y terciario tuvieron las mayores variaciones negativas, a diferencia de las actividades de agricultura, ganadería, caza y pesca. La reducción del empleo se dio principalmente en los rubros de comercio, hoteles y restaurantes, industria manufacturera, y otros.

Iván Ojeda, director del Instituto Nacional de Estadística, dijo que la tasa de desocupación con res­pecto al trimestre anterior no es mucha. “En la subocupación sí hubo una variación de incremento de más de un punto porcentual. El mercado laboral se reactivó en alguna medida, pero volvió con activi­dad precaria. Los ocupados que volvieron a trabajar lo están haciendo de forma parcial, y esta situa­ción afecta más a las mujeres”, mencionó.