Alineándose a la tendencia de las proyecciones, tanto oficial como las de las demás consultoras y organismos internacionales, Itaú corrigió su estimación de crecimiento para el producto interno bruto (PIB) del 2021 de 4,5% a 5,0%. Así señala en su reporte mensual Itaú Escenario Macro Paraguay, agosto del 2021, divulgado ayer por el banco. De esta manera, Itaú se posiciona a la cabeza con la proyección más optimista para el Paraguay 2021, al tener en cuenta que la estimación del Banco Central del Paraguay se ubicó en 4,5%, cifra señalada también por varios organismos (ver infografía).
Los analistas del banco argumentaron que el incremento en su pronóstico se dio luego de que los datos de actividad resulten mejores a los estimados en medio de una reapertura de las actividades más rápida de lo esperado, términos de intercambio sólidos y política monetaria expansiva. En ese sentido, remarcaron que el mayor crecimiento este año exigiría un menor estímulo monetario.
“Los casos y muertes por covid-19 se desplomaron en julio, lo que permitió a las autoridades continuar con la reapertura de la economía, a pesar de que el porcentaje de la población vacunada sigue siendo bajo a pesar del reciente repunte de la campaña de inoculación”, especifica el reporte.
Por otro lado, el pronóstico de inflación del banco ahora se ubica en 4,5% para fines del 2021 (comparado con 3,7% del escenario anterior), reflejando la reciente sorpresa al alza. “Ahora esperamos que la tasa de política monetaria del banco central termine el 2021 en 2,0% (en comparación con nuestro escenario anterior de 1,25%), y vemos como probable que la primera suba de tasas se implemente en la reunión del 23 de agosto”, mencionan.
La actividad se expandió a un ritmo sólido en el segundo trimestre, según indicadores coincidentes. El proxy mensual del PIB se ubicó en 2,6% trimestral, respaldada por la reapertura de la economía, pero mitigada por una sequía que afectó la producción agrícola y la generación de energía (debido a un menor caudal de agua en el río Paraná). De hecho, el proxy del PIB, excluyendo la agricultura y las binacionales, creció a un ritmo más rápido (3,9%), agrega Itaú.
CONSOLIDACIÓN VA POR BUEN CAMINO
El déficit fiscal siguió reduciéndose en julio. El déficit fiscal acumulado en los últimos 12 meses cayó a 3,8% en julio, desde 4,0% en segundo trimestre del 2021 y 5,4% en el primer trimestre, principalmente por una recuperación de los ingresos totales (mayor actividad que el año pasado) y una reducción del covid-19, gastos relacionados y gastos de capital, señala Itaú.
“Un nuevo paquete fiscal para mitigar el impacto negativo de la pandemia en la actividad permanece en discusión en el Congreso. El paquete propuesto por el Gobierno tiene un costo fiscal de alrededor del 1,0% del PIB y se financiará principalmente a través de la asignación de DEGs del FMI. En este contexto, la agencia de calificación crediticia de Moody’s mantuvo la calificación de la deuda del país en Ba1 con perspectiva estable, un escalón por debajo del grado de inversión”, agrega.