La competencia de resistencia de la segunda edición de la Marcha Criolla del Chaco tiene a su ganadora. Se trata de la jinete Ángela Schapansky, de tan solo 24 años, quien se consagró de esta manera bicampeona del certamen, reprisando la gran victoria que obtuvo en el 2019. La competencia fue muy reñida entre los primeros puestos, pero la tenacidad y entereza de Ángela, que hizo un gran equipo con su yegua Carta, la volvieron a coronar con el primer puesto. “Me siento orgullosa, me siento feliz, principalmente porque no hay muchas mujeres que compiten”, expresó con mucha dicha.
La bicampeona mencionó que una competición de esta naturaleza requiere de mucha práctica, disciplina, entrenamiento diario, lo cual no es fácil, “pero la satisfacción que se siente al culminar una carrera, y más aún en la punta, lo recompensa todo”, dijo emocionada.
Al respecto, la joven comentó que preparó a su caballo solo dos meses antes de la competencia, montándolo a diario en trote rápido durante poco más de dos horas, midiendo la destreza y perfeccionando los kilómetros por hora que puede llegar a hacer un criollo. En ese sentido, desde la organización informaron que la ganadora corrió con su yegua con un promedio de 26 km por hora, que es un tiempo sumamente rápido y muy bueno para los 20 km de la segunda tanda de vuelta, del total de 40 km por día.
GENÉTICA RECOMENDADA
Para Schapansky fue una sorpresa fortuita que su yegua haya aguantado los cuatro días de competencia sin inconvenientes, y para la final haber mejorado incluso el trote y la velocidad que pudieron lograr gracias al entrenamiento progresivo que realizó con Carta, comentó.
La ganadora del certamen resaltó que Carta es hermana del campeón de la última edición y que por eso la adquirió, por la calidad genética que ya evidenció y volvió a responderle con muy buenos resultados. La jinete anima a más mujeres a lanzarse a la equitación diciéndoles que, si bien siempre habrá bajas y altas, nunca se den por vencidas. En cuanto a la raza, la competidora la recomendó en un 100% para el trabajo de campo por la resistencia, así como para la actividad ecuestre porque “aguanta todo”, subrayó.
PREMIOS
El primer puesto de la carrera de resistencia se llevó US$ 6.000 como premio. El segundo lugar fue para el jinete Adrián Martínez, de 20 años, uno de los más jóvenes del certamen –corrió con un caballo de la Ganadera Chajha–, quien ganó US$ 4.000. El tercer puesto fue merecedor de US$ 1.500, en este caso, Pedro García (45), jinete de General Artigas, Itapúa, quien compitió con una yegua de nombre Frutilla de Sofía, del propietario Federico Céspedes. En el cuarto puesto quedó el colono Patrick Friesen (26), quien corrió con su propio caballo, una yegua de cinco años; ganó US$ 500.
La gran final contó con la presencia del ex presidente de la República y presidente del Grupo Cartes, Horacio Cartes, quien presenció la llegada de los jinetes y realizó la entrega de premios a los ganadores junto con otros directivos de las empresas del holding. De esta manera, culminó ayer la competencia de resistencia de la marcha organizada por Ganadera Sofía y Chajha, que se inició el pasado jueves 5. El certamen fue una gran oportunidad para demostrar la rusticidad, resistencia y destreza de la raza criolla. La actividad se desarrolló en el predio de la Asociación Rodeo Trébol, Filadelfia, Chaco paraguayo.
ESTA NOCHE, EL CIERRE CON REMATE
El evento culminará hoy, a las 19:00, con el gran remate criollo, sobre el cual gira un gran interés; los caballos que serán vendidos son los que podrán participar de las pruebas de doma y lazo en el mes de noviembre. También se habilitará a los mismos para la siguiente competencia de resistencia del próximo año. El remate será en la modalidad presencial y con transmisión online, desde la Expo Rodeo Trébol.
La señal podrá verse a través de la web de La Nación, del canal GEN y en la página de Chajha. El administrador general de la Ganadera Sofía, firma organizadora de la Marcha Criolla en el Chaco junto con Chajha, Remigio Villamayor, evaluó el evento como una gran oportunidad en la que los competidores, tanto propietarios como jinetes, “se sintieron parte”.
“Lo lindo para nosotros es que los participantes, los que apostaron a la raza se sintieron satisfechos y contentos. Fue muy grato ver cómo estuvieron acompañando con la inserción a la raza, y eso se vio en el espíritu competitivo que reflejaban porque se involucraron en esta apuesta”, expresó Villamayor.