La industria, uno de los brazos más importan­tes del desarrollo eco­nómico del Paraguay, es el segundo sector más dinami­zador según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), ya que representa el 19,1% del Pro­ducto Interno Bruto (PIB), solo por debajo del principal motor que es el agro, con cerca del 50%. Hoy, gran parte del sec­tor industrial está liderado por jóvenes, muchos guiados con las experiencias de los antece­sores, como se da en la mayo­ría de los casos de las empre­sas familiares, que ocupan un nuevo rol protagónico con visiones que toman a la innova­ción y la tecnología como alia­das claves.

Y para tener de cerca estas apreciaciones y la nueva manera de encarar las indus­trias, el nuevo presidente de la UIP Joven, en una entrevista para La Nación nos cuenta cómo perciben el engranaje a seguir. Él es Francisco Mar­tino, con 33 años de edad es ingeniero industrial, tiene una maestría en Administración de Empresas en IAE Business School de Buenos Aires y lidera además dos empresas. Define a la UIP Joven como un grupo muy lindo, pues todos festejan los logros de los demás, dijo.

–Acaba de asumir la presi­dencia de un gremio. ¿Cómo se ve ejerciendo el cargo?

–Siento el respaldo de mi equipo. Soy una persona que se caracteriza por trabajar en equipo, darle mucho protago­nismo a los que conforman las diferentes áreas. Un buen líder es un solucionador de proble­mas para el equipo y debe estar rodeado de personas de su con­fianza. Me veo como presidente formando un buen equipo, tra­bajando con ellos y liderando el gremio.

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–Antes de avanzar comén­tenos, ¿quién es Francisco Martino? ¿Cuáles son sus metas, sueños u objetivos?

–Soy industrial desde siem­pre, trabajé muchos años en la empresa que fundó mi familia, JCM. Desde la época de cole­gio me dediqué a hacer experi­mentos con los productos de la empresa. Me considero proac­tivo, con muchas ganas de salir adelante y, por sobre todo, una persona que no se amilana con los desafíos, me gusta aprender y colaborar en el campo que sea.

–Su empresa particular, ¿a qué se dedica y usted qué función cumple en ella?

–Actualmente estoy al frente de dos empresas, la primera se llama JCM, es una empresa familiar con 30 años en el mer­cado, empleando a 50 personas de manera directa, y en la que nos dedicamos a la fabricación y provisión de productos para la industria alimenticia. Somos una industria de segundo piso ya que todos los productos que fabricamos y vendemos se uti­lizan en otros productos, y por eso nuestra marca no se ven en góndolas.

La otra es MD Company, que es una empresa del rubro gastronó­mico, y recientemente lanzamos la marca Ghirardi Ferro, con productos derivados del cacao. Son pastas untables de choco­late y avellana que ya están para el consumo masivo, y también estamos en proceso de la fábrica de cucuruchos para proveer a la industria alimenticia.

–¿Qué representa para usted la UIP Joven, por qué la decisión de liderarla?

–La UIP Joven representa una escuela de liderazgo, es el gre­mio joven más importante del país, por eso tomé la decisión de ser presidente de la UIP Joven, para devolverle en cierta manera lo que me enseñaron. Debemos seguir formando líderes e ir involucrándonos en las soluciones de algunas de las problemáticas que tiene el país, solamente así podre­mos salir adelante.

–Había mencionado en una entrevista anterior que pro­viene de una familia que no es gremialista. ¿Cómo se dio esta transición con usted?

–Asimismo. Me acerqué a la UIP Joven intentando descu­brir algo nuevo, gente nueva con quien trabajar y me encon­tré con amigos, con gente que tiene los mismos problemas, gente comprometida con la realidad nacional, pero por sobre todas las cosas, perso­nas que festejan los logros de los demás. Es un grupo muy lindo porque nos apoyamos en todo, me acerqué a la UIP Joven sin saber lo que era y me terminé enamorando de ella.

–¿Cómo considera que debe ser y actuar un líder?

–El líder debe ser el articula­dor, facilitador de un grupo. Debe acompañar a su equipo en las diferentes áreas y a tener un rol de protagonismo. Se debe caracterizar por velar por el bienestar de su gente, que esté contenta y motivada en realizar los proyectos que se van a desarrollar.

–El sector industrial tiene cada vez más participación en el PIB. ¿Qué considera que se debe impulsar para que gane mayor terreno?

–El rubro industrial es el único sector que tiene la posibilidad de sacar adelante al país de la pobreza. Para fabricar se necesita de mano de obra cali­ficada, y esta genera ingresos, estos ingresos a la vez van al consumo, y finalmente se des­tinan al pago de impuestos. La industria genera un círculo vir­tuoso de crecimiento. La indus­tria, sin embargo, necesita que el Gobierno nivele la cancha. No podemos pelear con productos de contrabando porque estos no aportan al fisco, que son subvencionados por políticas extranjeras. Se debe también impulsar las inversiones del exterior con tecnología y capi­tal, ya que estos pueden darnos mayor posibilidad de crecer.

–Los jóvenes industriales de hoy en día tienen una sed diferente de encarar el sec­tor. ¿Qué les caracteriza?

–Encaramos la industria con otra idea: somos más ambi­ciosos, sin barreras, teniendo la innovación como una cons­tante. Hoy, los jóvenes apuntan a elaborar productos con un alto valor agregado. Y con estas características nuestro mer­cado puede mejorar la imagen país y competir en el ámbito internacional.

–¿Cree que el Gobierno enfoca correctamente las políticas públicas para forta­lecer a la industria nacional?

–El Gobierno debe sentarse con la industria a planificar una política industrial de 20 años. No podemos seguir improvisando sobre la mar­cha. Tenemos que tener reglas claras para los futuros inver­sores; se deben dar ventajas a que las industrias se insta­len en los polos más pobres del país, ya que una industria instalada en una zona genera fuente de trabajo formal a las comunidades. Debe también facilitar la instalación de las industrias con la llegada de la energía eléctrica y caminos accesibles. Pero lo más impor­tante es contar con una hoja de ruta a seguir.

–¿Considera que el Gobierno está empleando todos los recursos para enfrentar la pandemia?

–Con respecto a la pandemia, se gastó demasiado en gastos corrientes. No hubo ningún gesto por parte del Gobierno, cuando había sectores que cerraron por 12 meses, algu­nas instituciones del Estado pagando bonificaciones y horas extras. El Gobierno no hizo ningún esfuerzo para mostrar solidaridad. Se podría haber hecho mucho más, se esperó demasiado tiempo para la compra de las vacunas, y los desaciertos en el aspecto comunicacional del Estado pasaron más bien a dejar en ridículo cualquier acción rea­lizada.

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