Los criadores de ovinos celebran la reciente habilitación para la importación de genética inglesa, con lo que se podrá elevar a otro nivel a este rubro, con la posibilidad de adquirir embriones de las razas Hampshire Down y Texel de altísimo valor genético, para el mejoramiento del rebaño, apuntando incluso a proveer a países de la región.
De esta forma, se demuestra que la ovinocultura está atravesando por un excelente momento, concretando un proceso que se inició hace prácticamente un año ya en pleno avance de la emergencia sanitaria por el covid-19. “La ovinocultura es un rubro pujante con gran potencial y la realidad es que estábamos con un cronómetro esperando el momento nada más, y ahora daremos ese gran paso porque el país necesita manejar volúmenes industriales para posicionarse como potencia de consumo”, expresó para La Nación el presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Ovinos (APCO), el Ing. Nicolás Peña.
El titular de APCO recalcó que hoy pueden celebrar el trabajo conjunto entre diferentes organizaciones, la Embajada Británica, el Senacsa, una conjunción de esfuerzos por parte del sector público y privado, el hecho de que los productores ovinos podrán importar genética británica de raza pura.
Es así que la visión es la de posicionar a las razas a nivel nacional en una primera instancia, si bien el posicionamiento ya es bueno con la importación de Argentina y Uruguay, y con el material genético del Reino Unido se llegará a un estadio de calidad superior apuntando a exportar a la región, precisó Peña.