La brecha entre extrema riqueza, extrema pobreza y vulnerabilidad que caracteriza a la región quedó en evidencia como nunca y se profundizó aún más a raíz de la pandemia de covid-19. El Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 “Atrapados: Alta desigualdad y bajo crecimiento en América Latina y el Caribe”, lanzado de forma virtual ayer por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), analizó la trampa en la que se encuentra sumida la región, que impide el avance hacia el logro de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A pesar de los avances de las últimas décadas, los países de América Latina y el Caribe son más desiguales que los de otras regiones con niveles similares de desarrollo, y sus indicadores sociales aún se encuentran por debajo de los esperados para su nivel de ingreso promedio.
El informe explora 3 factores que se repiten y retroalimentan el círculo vicioso de alta desigualdad y bajo crecimiento: la concentración de poder, la violencia en todas sus formas y las políticas de protección social que no funcionan bien.
“Hace un llamado a los latinoamericanos para que comprendan la conexión entre todos estos factores y destaca un punto de entrada que puede servir para liberarse del bajo crecimiento y alta desigualdad: la implementación de sistemas universales de protección social que sean redistributivos, fiscalmente sostenibles y más favorables al crecimiento”, explicó Luis Felipe López Calva, subsecretario general adjunto de la ONU y director regional del PNUD para América Latina y el Caribe.